domingo, 19 de agosto de 2007

144/Trastienda -La envidia y la venganza (y otras columnas) - Por Miguel Wiñazki

La envidia y la venganza
Escribió Arthur Miller en las Brujas de Salem: "Odios de muchos años contra vecinos se manifestaron abiertamente, y se disfrutó del placer de la venganza... las sospechas y la envidia que el desgraciado sentía por el que era feliz pudieron estallar, y de hecho estallaron..."¿Quien ha transitado alguna vez por un sitio ajeno al resentimiento y a la envidia?Esos paraísos no existen, pienso. Las persecuciones, en cualquier parte, estallan por cualquier razón por nimia que fuera.Los ámbitos laborales son muy afines a la caza de brujas, que no sólo es una práctica política a gran escala. Convivir es de pronto, deponer la sed de venganza. Trabajar es, entre otras cosas, vivir en peligro de ser arañado por envidias gatunas, siempre con las zarpas listas, para oprimir y lastimarLas hogueras del resentimiento arden en muchos corazones, e incendian la tranquilidad.
---------------------------o---------------------------
Las vírgenes y las brujas
Las brujas se inventaron en el medioevo. Son una construcción sociológica y situada. Su proliferación imaginaria, fue correlativa a la expansión del culto a la Virgen María. La ecuación era simple: una mujer era virgen (literalmente, o de corazón virginal si era casada) o era bruja, y nefasta por definición. Y así como la virgen y las vírgenes aliviaban los males, las brujas los producían, encendiendo hogueras de deseo, convocando al pecado, hirviendo en sus calderos, sobre sus fuegos infernales, innumerables pócimas destinadas a hechizar. No sólo había que ser virgen, sino también, y quizás sobre todo, parecer Virgen.Aunque muchas veces, las vírgenes son brujas, y las brujas; vírgenes de hipocresías
.
----------------------------o-----------------------
Molinos de Fuego
Sancho, en el
Quijote, considera que "el fuego da luz y claridad las hogueras" . El fuego no sólo quema, y las hogueras no sólo matan. Pero son ambiguas. Dan calor e iluminan, o también destruyen. No hay que olvidar que el cura del pueblo , quemó los libros de de la biblioteca de Don Quijote en una hoguera en la que creyó derretir las páginas que habían vuelto "loco" al caballero. Afortunadamente, no tuvo oportunidad de quemar ningún ejemplar de "El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de La Mancha". En ese caso se hubiera incinerado a sí mismo. Pero Cervantes no lo quiso así. El alma irrefrenable de Don Quijote se lanzó a la aventura gracias a los libros que le dieron vida y nobleza y que lo empujaron implacablemente hacia ese heroísmo incorregible. Un héroe incorregible que es el perfecto modelo del antihéroe. Sólo consiguió fracasos. Siempre perdía. Era, claro, el "Caballero de la Triste Figura". Y sin embargo, su vida -literaria, pero tan realista- fue una victoria, una hoguera de derrotas que lo volvieron profundo. Y ningún éxito mundano arruinó con esa superficialidad que tienen los ganadores, la altura moral y estética de su insobornable destino perdedor.

-------------------o------------------
Adulterio
La lujuria y el adulterio han condenado a Paolo y a Francesca al infierno. Eso cuenta
Dante en la Divina Comedia.Borges agudamente comenta que Dante siente envidia por ellos. Porque aún entre las llamas, se aman, porque antes se han amado y porque estarán juntos eternamente, entre esos fuegos. Porque él, Dante, ama a Beatriz, pero no ha sido correspondido. Paolo y Francesca comparten el infierno para siempre debido a la lujuria que los ha unido, y eso, según Borges, "tiene que haber sido una suerte de paraíso".

-------------------o------------------
El fuego eterno
Los condenados a morir en la hoguera, no eran sólo condenados a morir. La hoguera demora la muerte y ese es el verdadero suplicio. La agonía es interminable. El fuego no mata rápido, como la guillotina, por ejemplo, salvo en los casos en los que el ejecutado muere antes por asfixia que por las llamas. El fuego no es eterno, pero es eterno cada instante bajo fuego. Se ha supuesto, que los fuegos purifican, y por eso la Inquisisión arrojaba a las hogueras a quienes seleccionaba como impíos o blasfemos. Siempre me impresionó un texto de André Malraux, en el que un condenado a morir en una hoguera, se atormenta hasta el paroxismo pensando en sus ojos. Es que los ojos se derriten en el fuego. Las hogueras no son horrores del pasado. El napalm de Vietnam por ejemplo, y no sólo el de Vietnam, es una hoguera aceitosa que demora la muerte. ¿Cuál es el misterio de la crueldad?¿Por qué la condición humana incluye la pasión por atormentar? ¿Por qué eternizar el suplicio?Es un misterio ominoso.
----------------------o-----------------------
El Hambre
"Alrededor de la empalizada desigual que corona la meseta frente al río, las hogueras de los indios chisporrotean día y noche. En la negrura sin estrellas meten más miedo todavía. Los españoles, apostados cautelosamente entre los troncos, ven al fulgor de las hogueras destrenzadas por la locura del viento, las sombras bailoteantes de los salvajes.De tanto en tanto, un soplo de aire helado, al colarse en las casucas de barro y paja, trae con él los alaridos y los cantos de guerra. Y enseguida recomienza la lluvia de flechas incendiarias cuyos cometas iluminan el paisaje desnudo". Manuel Mujica Lainez, escribió este cuento durísimo, "el Hambre", en "Misteriosa Buenos Aires". Las hogueras y los fuegos de la guerra circundaban la tragedia. Un soldado; Baitos, el ballestero, agonizaba de hambre. Se mordía a sí mismo hasta sangrar. "Se devoraría a sí mismo". De pronto, vislumbró a los ahorcados, los hombres ejecutados por desobediencia o indisciplina. Colgaban pesados del patíbulo. Eran una tentación para Baitos. Sólo se interponía entre ellos la figura difusa de un hombre en la oscuridad. Baitos se abalanzó sobre él y lo apuñaló como a un trapo. Le tronchó en el acto un brazo y comenzó a comerlo empezando por la mano, hasta que sus dientes tropezaron con el anillo de plata, que él conocía y que reconoció con horror. El anillo que su madre le había regalado a su hermano. Al hermano de Baitos, a quien él mismo devoraba en ese momento. Y así comenzó la historia en ésta Misteriosa Buenos Aires, entre las hogueras y el hambre enloquecido. Caníbales, así surgimos.¿Así seguimos?

No hay comentarios: