lunes, 16 de julio de 2007

Papeles y Cenizas - Espartakiadas contra Olimpíadas - Por R.B.

En 1928, Uruguay participó de los “juegos rojos”

Uruguay no sólo logró ser campeón olímpico de fútbol en 1924 y 1928, sino que también en este último año logró el vicecampeonato en las Espartakiadas, realizadas en la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) como demostración obrera contrapuesta a las competencias “burguesas” lideradas por el barón Pierre de Coubertin
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El material de prensa sobre Uruguay y las Espartakiadas fue recopilado y analizado por el profesor historiador Alejandro Sánchez (Montevideo, 1960), egresado y docente del Instituto de Profesores Artigas (IPA), subdirector de Secundaria del Colegio “Santa María” (HH. Maristas), Sánchez ha publicado “La búsqueda de lo maravilloso. San Cono y otras devociones populares” (Cal y Canto, 1996, coautor). “Bibliografía y fuentes éditas de la inmigración italiana en el Uruguay“, (Obsur 1996”, coautor) “Los uruguayos del Centenario”, (Taurus, 2000, coautor), “Libres como pájaros entre los pinos. Historia de los 50 años del Colegio Jesús María de Carrasco.” (Cipes 2005) y “Las religiones en el Uruguay” (La Gotera 2005 coautor). Esta es una síntesis de una larga charla con Sánchez sobre el tema.

LA BURGUESIA ES COMO EL DIABLO

Recuerda Sánchez que cuatro años antes (1924) el diario comunista Justicia vivió “descorazonadamente” el triunfo uruguayo en Colombes, “la que resultó la primera gran gesta deportiva del país a nivel internacional”. El 11 de junio de 1924, bajo el título “El delirio”, consideró que el triunfo celeste estaba siendo “aprovechado por todos los vividores de la patriotería, de manera de hacer derivar hacia las expresiones y desbordes del más puro y repudiable corte chauvinista” y agregaba “que el deporte por su esencia misma debiera estar alejado de todas las exteriorización patriotera”.
Para los comunistas de Justicia dicha instancia era otra forma de cuestionar a la clase política uruguaya ya que: “la burguesía, como el diablo, embarulla las cosas y encharca todo lo que toca. Los aprovechados directores de la politiquería, maestros en esos de husmear las posibilidades favorables de la victoria, están vigilantes y atentos tratando siempre de enardecer en el pueblo su atávico instinto rebañego y le exultan desde la prensa los valores de la ‘patria’. El pueblo un poco atolondrado con la victoria de los jugadores, se exalta como un niño, ante la perspectiva de una cosa bella, no medita, no analiza e inconscientemente se entrega a los mayores desenfrenos y a los desbordes de la más asqueante patriotería”.
El autor de la investigación acotó que “de acuerdo a su óptica, el mencionado diario consideró que desde hacía mucho tiempo las conmemoraciones patrias habían caído en el fracaso, a tal punto que algunas se habían suprimido o tenderían a desaparecer con el tiempo.” Ante la resultados deportivos, Justicia consideró que ‘el himno, que el lunes fue coreado, no se tocaba en las grandes aglomeraciones porque estaba desprestigiado, símbolo como es del capitalismo y del Estado burgués, explotadores y esclavizadores’”.

EXPLOTACION DEL TRIUNFO

Asimismo, “para Justicia, la idea de reiterar el fervor patriota habría surgido del propio presidente José Serrato quien ‘como los pescadores de río revuelto echó su red al pueblo enardecido por el triunfo deportivo y... se ligó unos aplausos. Fue en la plaza Independencia en el momento que las bocinas anunciaban la terminación del match con la victoria del team uruguayo’; esa idea impactó en la propia multitud ‘que venía frenética aclamando los nombres de Petrone, de Cea y de Romano, al oír el himno, vacila. Mira hacia arriba, ve a Serrato en los balcones y...aplaude’. Para el diario podía “verse que la explotación del triunfo futbolístico por parte de los vividores de la política fue una cosa cínicamente meditada y preparada con todo sigilo para que todo pareciera más espontáneo’”.

En esa dirección, Sánchez continuó manejando la edición de El Sol de 14 de junio de 1924. Allí “los socialistas entendieron que el fútbol le había resultado como anillo al dedo a los gobernantes, señalaron que el pueblo se comportó ‘como si se festejase la conquista de una gran mejoramiento de vida, como si se hubiera suprimido los impuestos o los artículos de primera necesidad, como si los grandes terratenientes y los tiburones de la banca hubieran entregado sus campos al cultivo y sus capitales a la implantación de nuevas industrias’. Insistiendo en otras críticas que por aquél tiempo se señalaron, según Sánchez, El Sol destacó la paradoja que a su entender constituyó el hecho que la ‘intervención policial en estos actos fue muy distinta, totalmente contraria, a la de los Primeros de Mayo y demás manifestaciones en que los trabajadores reclaman sus verdaderos derechos’”.

OBJETIVO PROLETARIO

El investigador salta a 1928, “cuando Justicia decidió informar sobre los juegos olímpicos; pero, curiosidad, también lo hace, y promueve, sobre la realización de la Espartakiada de Moscú y alienta a que asista a ella una delegación uruguaya”. El titular planteó la consigna heroica: ‘¡De pie, por la participación en la Espartakiada!’, y en un gran titular planteó lo que a su entender era el objetivo proletario del momento ‘Espartakiada contra Olimpiada’”.
Allí dice “Ayer se inició en Ámsterdam el Campeonato Olímpico de Football. Los representantes de las instituciones deportivas de la burguesía se han dado cita en la capital de Holanda a fin de dirimir supremacías. La prensa capitalista de los cinco continentes hace gran ruido, mientras tanto, alrededor de la Olimpíada procurando atraer la atención absoluta de los millones de obreros que se interesan por el deporte. De hecho, la Olimpiada es un motivo de agitación de la burguesía para conquistar esos obreros a esa influencia ideológica. Las rivalidades chauvinistas son exaltadas; a cada momento se hace cita del honor patrio; el desarrollo del campeonato olímpico, dará seguramente, motivo para que la prensa burguesa desate todo su patrioterismo”.

Sánchez señala que “En tanto se aproximaba la Olimpíada; en la ‘otra Europa’ quienes se consideraban representantes del deporte obrero se aprestaron a llegar a Moscú, con el objetivo de participar en la Espartakiada que se desarrollaría en agosto en la vieja capital moscovita”.
Manteniendo parte del dolor que recordaba los tiempos de la primera guerra mundial se dice en el diario que: ‘mientras la propaganda y el trabajo de la Olimpiada se realizan bajo el signo del odio nacionalista y de la división mundial de la clase obrera, la propaganda y la actividad de la Espartakiadas se hacen bajo la consigna de unión internacional de los trabajadores, de aplastamiento impecable del patrioterismo burgués. La Olimpíada es el triunfo de la burguesía sobre el proletariado dividido. La Espartakiada es el triunfo del frente único internacional obrero contra el frente único de la burguesía mundial’”.

PROLETARIOS DEPORTISTAS

Según el investigador Justicia editorializó el tema como una verdadero objetivo revolucionario: “ni una vacilación puede oponerse como obstáculo a que los deportistas obreros del Uruguay envíen a la Unión Soviética, sus representantes, mensajeros de nuestros vínculos fraternales con los obreros de todo el mundo en la lucha por el aplastamiento de la burguesía y el triunfo de la Unión Soviética mundial. La burguesía no descansa un instante para obtener su finalidad de sojuzgamiento de los proletarios. Los trabajadores deben ser capaces del esfuerzo magnífico que en el terreno deportivo de la respuesta necesaria a las maniobras capitalistas. Proletarios deportistas del Uruguay: ¡de pie por la Espartakiada!”

Sánchez señaló que con ese fin “se inició una intensa campaña de recursos para financiar el viaje a Rusia mientras se realizaban los preparativos para la despedida de la delegación con una gran velada”.
No muy experto en crónicas deportivas, según Sánchez, el diario comunista difundió una entrevista con Miguel Souza, capitán del cuadro “proletario” quien describió las características del equipo con particular lenguaje: “Su juego se caracteriza por el entusiasmo. En la cancha es un trabajador tesonero. Rápido no pierde tiempo en driblings inútiles. Centrea bien y cuando se presenta la oportunidad atropella impetuosamente al arco y shotea con violencia y dirección”.
En la entrevista Souza destacó que la Espartakiada serviría para “estrechar vínculos fraternales que los unen por encima de las fronteras para luchar unidos contra la burguesía. Francamente la participación en la Espartakiada es el paso más grande que ha dado la Federación Roja en toda su existencia”.

DIFICULTADES PARA VIAJAR

El historiador siguió relatando: “el 29 de mayo se denuncia que se agudizan las dificultades para el viaje. Luego de un gran título, ‘¡Hay que obtener recursos para la Espartakiada!, incitó a todos los equipos de la Liga a redoblar esfuerzo en la colecta. Los principales equipos de la Liga Roja según el investigador eran: Soviet, Guardia Roja, Sochantres, Canillitas Rojos, Deportivo Volga, Manuel Grande. “La falta de recursos y cierta inconstancia en el esfuerzo recaudador de los equipos involucrados ponían en evidencia que la Revolución Roja en el deporte era muy difícil de realizar en el Uruguay.” dijo Sánchez.
Las paradojas estaban presentes también en el campo comunista. Lo que en 1924 se había denostado, era ahora destacado como un ejemplo: ‘El deber de los trabajadores es contribuir al envío de un team del Uruguay’ El internacionalismo dio lugar ahora al “verdadero” cuadro de la patria: ‘Tomemos como ejemplo a la burguesía’, afirmando que ella ‘demostró su interés por enviar un team a la Olimpiada. Millares de pesos fueron recogidos para sufragar los gastos. La Cámara y todos los poderes públicos no tuvieron ningún inconveniente en votar gruesas sumas de dinero para facilitar las gestiones de los dirigentes del deporte burgués. Toda la prensa burguesa se movilizó a fin de ayudar al éxito de la Asociación. Era un interés de clase, interés burgués por el deporte burgués. ¿Podrán los trabajadores mostrar menos conciencia de clase que la burguesía? (...) ¡Contribuid!, ¡Contribuid!, ¡Contribuid!”
“El tema de apoyo a las delegaciones viajeras llegó al Parlamento” destacó Sánchez”. Allí se intentó votar dos mil pesos para la Olimpiada; pero ‘la oposición de la bancada comunista, consigue que no se vote ese despilfarro y pone de manifiesto el carácter burgués de ese torneo” según informó Justicia.
En ese ámbito, el legislador San Martín criticó al torneo Olímpico por su “...enorme contenido político y clasista” y según el mismo diputado no interesaba “absolutamente para nada a la clase obrera.” San Martín se apresuró a anunciar “una justa deportiva (que) tiene un gran contenido político y clasista, en ese sentido idéntica a la actual, pero entonces, sí, que interesa a la clase obrera. Es un una justa deportiva, la Espartakiada, que reunirá en Moscú, la ciudad de la Revolución, a los deportistas obreros de todas partes del mundo, hasta por su número más importante que la de Amsterdam que se realiza en estos momentos.”
Y concluyó: “Nosotros, que somos representantes de los intereses e ideas de la clase obrera, no vamos a votar de ningún modo un crédito a una embajada que de deportiva tiene lo menos y de patriótica y propagandística capitalista y burguesa, tiene lo más. Con estas justas deportivas los organismos burgueses tienden a exacerbar esos morbosos sentimientos patrióticos que solamente hacen poner frente a frente a los hombre y que solo tienden a deformar la mentalidad de los trabajadores arrastrándolos detrás de los prejuicios chovinistas, fomentando las organizaciones burguesas en su propio interés. En estas justas deportivas es verdad que los que juegan, son trabajadores; pero los que sacan el provecho de ellas, los que hacen la mentalidad, son burgueses, son capitalistas. (...) Podría decir que la burguesía no tan solo gobierna por ella misma, sino que gobierna con las mentalidades que capta a la clase obrera por todos los organismos de propaganda, que tiene, uno de los cuales, el más poderoso en los momentos actuales, es el organismo deportivo. (...) Ustedes siempre han identificado los intereses del país con los intereses de las clases ganaderas y a eso le llaman interés nacional. (...)”

FALTAN 500 PESOS

Al legislador comunista le respondió César Batlle Pacheco: “A mí siempre me admira el profundo desprecio que encierran todas las manifestaciones comunistas por la clase trabajadora. Este mismo torneo atlético en que se llama a los trabajadores para dorarles la píldora y meterlos, a base jabalina y tiros de bala, una propaganda política, me parece un perfecto engaño”.
Y se formalizó la polémica: “Hace bien en creer que es un engaño, porque las organizaciones que a ustedes corresponden hacen lo contrario. Ustedes le cantan el himno, le muestran la bandera y le tocan la marcha real...” respondió San Martín.

El 14 de junio, en tanto Justicia incluye la información sobre la victoria uruguaya en la final del día anterior en el fútbol olímpico, angustiosamente afirma en los títulos: “¡Acudid en ayuda del deporte obrero! Faltan 500 pesos para que la Federación Roja pueda enviar su team a la Espartakiada” Se deja constancia que el Comité Central del Partido Comunista uruguayo hizo un llamado bajo la consigna “¡Trabajadores, en vuestras manos está el triunfo!” y afirma que “ayer fue un día de delirio patriótico aprovechado por la burguesía. El triunfo del cuadro uruguayo en la Olimpiada de Ámsterdam motivó un desborde fomentado por todos los medios de propaganda y acción que dispone la burguesía.” En cuanto a la Federación Roja y su campaña “...falta aún el esfuerzo decisivo. En momentos en que la partida sólo es cuestión de días, la Federación Roja del Deporte no tiene aún la cantidad necesaria para afrontar todos los gastos de la empresa”.

SOLIDARIDAD INTERNACIONAL

Finalmente, el 26 de junio de 1928 partió la delegación que representaría a la Federación Roja en la Espartakiada en tanto Justicia indica “que cuando todavía no ha cesado la propaganda patriotera, el delirio chauvinista, a propósito del triunfo olímpico, aprovechado astutamente por la burguesía nacional para el embrutecimiento de las masas, logran destacar una delegación de veinte deportistas jóvenes que se encaminan hacia el país de los soviets, a afirmar más que la eficacia técnica en la mera práctica del fútbol, la solidaridad internacional que por encima de las fronteras patrias del capitalismo, debe unir a todos los explotados en el esfuerzo común por el derrumbamiento de los explotadores”.
Integraron el “team” de fútbol: Manuel Mallo, Tácito Campistrous, Constante Zígaro, José Mallo, Florentino Piccini, Francisco Stifano, Rafael Danten, Aurelio Pintos, Miguel Souza, Rafael F. Le Pera, Bartolo Solsona, Rodolfo Fernández, Domingo Sevilla, Ulises Villar y Víctor Enrique Castro.

“Como no podía ser de otra manera”, subrayó Sánchez, “en el momento de despedida en el puerto y cuando las lanchas se dirigieron hasta el General Belgrano, ‘...no había mas que un canto, más que unas palabras que pudieran expresar todos los pensamientos y unir todos los corazones. Era el canto, las palabras de La Internacional, el magnífico himno revolucionario del proletariado, estalló potente, resuelto, vibrante,. Lo coreaban desde la tierra, lo coreaban desde las lanchas que se ponían en viaje. Una y dos veces volvió a ser coreado alternando con otras conocidas canciones revolucionarias. En aquel momento era la mejor despedida entre los que iban y quedaban cumpliendo todas sus misiones de proletarios militantes en la lucha de clases’”.
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Terceros pero segundos


El profesor Alejandro Sánchez subrayó que nada más ni nada menos que “el 25 de agosto” de 1928, llegó la información sobre la perfomance uruguaya en la Espartakiada y Justicia la vuelca en grandes titulares: ‘Primero Unión Soviética, segundo Federación Roja del Uruguay’ y agregó: ‘El cuadro de la Federación Roja se clasificó detrás de los teams de Moscú y Ukrania’; esto es: salimos terceros pero segundos, tras dos equipos de la URSS”. Al decir de Sánchez, “cierto aire patriótico se “coló” en la evaluación de los resultados”.

Comentó el investigador que el equipo uruguayo llegó a las finales luego de derrotar al de Finlandia. En el campeonato competían 16 participantes pero varios eran representantes de diversas repúblicas y regiones de la URSS. Aparte de URSS, participaron de la Espartakiada y en los diferentes deportes (de mayor a menos cantidad de integrantes en el plantel): Alemania (413), Finlandia (80), Austria (74) Suiza (59) Suecia (42) Inglaterra (35) Francia (32) Noruega (21) Uruguay (20) Checoslovaquia (19) Letonia (17), Estonia (14) y Argentina (1).

Según Sánchez, “no se pudo ser más realista que el rey” cuando el 5 de setiembre llegó información más detallada y se supo que en el primer match “de los obreros del Uruguay en Moscú” se lució camiseta roja con la hoz y el martillo en el pecho y cayendo derrotados 4 x 1 ante Moscú, ante más de 20.000 personas, según el periódico local Isvestia.

El 20 de setiembre Justicia informó como corolario de una moción presentada al Consejo de la Asociación Uruguaya de Football por el señor Reyes Lerena para que se permitiese ingresar a los clubes de la Asociación “a los jugadores de la Federación Roja que han intervenido en la Espartakiada de Moscú, en homenaje a su brillante actuación”. Comentó Justicia siempre rebelde: “Sostengamos el deporte de clase” y catalogó el caso como un “lazo para atraer a nuestros mejores militantes e intentar, por ese medio, detener el progreso creciente de la Federación Roja”.

por Roberto Bussero
Publicado en rumbosur

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