lunes, 23 de julio de 2007

Retinas - Dos intervenciones – Por Gral. (R) Arq. Jaime Igorra - Subsecretario MVOTMA

PRIMERA - Ciencia y Tecnología

Hoy el mundo nos exige cada vez mas invertir en investigación, en ciencias y desarrollar tecnologías que permitan coexistir las actividades industriales y humanas haciendo al planeta sustentable como forma de garantizar nuestra calidad de vida y la de los que nos sucederán en el futuro.

Asumir de manera clara y directa la actividad humana e industrial en el país con el compromiso por la conservación ambiental nos acerca y nos lleva a transitar un mismo camino. Para nuestro Ministerio y en especial para la Dirección Nacional de Medio Ambiente, no hay otra forma de concebir la actividad humana, cualquiera sea esta, sino de manera sostenible, pensando siempre en qué legamos a las generaciones que nos sucederán.

Para nosotros, el desarrollo –concepto que otrora tuviera un contenido exclusivamente económico— no es concebible sino como sustentable, es decir, contemplando los aspectos sociales y ambientales que inevitablemente contiene.

VÍA PARALELAS

Así, nuestra unidad, la DiNaMA, tiene como misión –expresamente establecida en la legislación nacional—la formulación, ejecución, supervisión y evaluación de los planes que regulen, prevengan y controlen todas las actividades humanas que puedan afectar el ambiente.

En este sentido, hablar en estos tiempos de prevención y control ambiental esta ligado a investigación, innovación y desarrollo científico y tecnológico que nos brinden las herramientas e insumos necesarios para el cumplimiento de nuestras obligaciones.

Hoy dada la realidad del país es casi inevitable referirse a la actividad industrial, agrícola, ganadera, forestal, prospección minera, etc.; cuyos emprendimientos han llevado la cuestión ambiental a los primeros planos de atención nacional, regional e internacional, podríamos incluso decir.

Pero más allá de las estridencias públicas, para la DINAMA esto ha implicado acelerar procesos internos, asumir desafíos inéditos y encarar una etapa nueva, llena de desafíos y exigencias.

MEJORAS

Mejorar las capacidades humanas con que contamos –tanto en términos cuantitativos como cualitativos—, mejorar la infraestructura para el mejor desarrollo de nuestras tareas y contar con los recursos económicos necesarios para ello están siendo objetivos estratégicos de nuestra gestión.

Vale la pena destacar, en este marco, el lanzamiento de la RED DE LABORATORIOS AMBIENTALES, realizado el año pasado, iniciativa concebida y desarrollada específicamente para el fortalecimiento de las capacidades a nivel nacional de los laboratorios para el control ambiental.

Esta red se concibió para armonizar los procedimientos analíticos, para la capacitación de los recursos humanos y para facilitar y acelerar la acreditación de los laboratorios, medidas todas que apuntan a consolidar la confiabilidad de los resultados y, al mismo tiempo, a fortalecer el sistema de controles: se incrementa la capacidad de trabajo y se posibilita el seguimiento de procesos, a través de indicadores medidos de manera confiable y estandarizada.

Pero todo esto resultaría francamente poco eficaz si no fuera acompasado con el incremento de la conciencia ambiental, de la población del país en general y de los emprendedores industriales en particular. Una sociedad informada y preparada se convierte en un aliado a la hora de producirse estos cambios, interactuando de manera responsable con el ambiente.

De poco vale el seguimiento, el control y eventualmente la aplicación de sanciones por parte del Estado si los protagonistas de las acciones económicas no asumen que esto no es una obligación, un fastidio impuesto por el gobierno sino, muy por el contrario, una obligación, un compromiso de respeto hacia la gente y hacia el país.

Juntos, entonces, es que iremos confirmando, afianzando los pasos que en este sentido estamos dando. Y estos pasos son los que nos confirmarán, para nosotros mismos y para el mundo todo, como un país que asume la marca de “Uruguay natural” con total responsabilidad y sin resignar en lo más mínimo nuestro desarrollo económico que es, en definitiva, las posibilidades de crecimiento y bienestar de la población.

SEGUNDA - Desarrollo y Medio Ambiente

A diario nos enfrentamos desde nuestro Ministerio ante la vieja duda ya planteada por el famoso escritor William Shakespeare de “ser o no ser” pero por suerte creo que tenemos las herramientas necesarias para poder salir de ese dilema existencial.
Analizando los elementos que nos brinda nada menos que la constitución de nuestra República en su artículo 47 se declara que “La protección del medio ambiente es de interés general. Las personas deberán abstenerse de cualquier acto que cause depredación, destrucción o contaminación graves al medio ambiente.”
Asimismo también contamos con otros instrumentos legales como la Ley 17.283 del 12/12/2000 –– Ley General de Protección del Ambiente – que expresa: “Declarase de interés general, de conformidad con lo establecido en el artículo 47 de la Constitución de la República: a) La protección del ambiente, de la calidad del aire, del agua, del suelo y del paisaje.”. También existen otras leyes y decretos complementarios, como el decreto 349/05 de evaluación de impacto ambiental.
Otra de las herramientas de la que dispondremos, esperemos que en poco tiempo, será la Ley de Ordenamiento y Desarrollo Territorial Sostenible actualmente en discusión en Comisión del Senado de la República.
Como verán contamos y contaremos con los elementos jurídicos para tratar de enfrentar este desafío.

INVESTIGAR

Hoy el mundo nos exige cada vez mas invertir en investigación, en ciencias y desarrollar tecnologías que permitan coexistir las actividades industriales y humanas haciendo al planeta sustentable como forma de garantizar nuestra calidad de vida y la de los que nos sucederán en el futuro.
Asumir de manera clara y directa la actividad humana e industrial en el país con el compromiso por la conservación ambiental nos acerca y nos lleva a transitar un mismo camino. Para nuestro Ministerio y en especial para la Dirección Nacional de Medio Ambiente, no hay otra forma de concebir la actividad humana, cualquiera sea esta, sino de manera sostenible, pensando siempre en qué legaremos a las generaciones que nos sucederán.
Para nosotros el crecimiento económico –concepto que otrora y aún hoy tiene un contenido exclusivamente económico— no es sinónimo de desarrollo económico; éste no es concebible sino como sustentable, es decir, contemplando los aspectos sociales y ambientales que inevitablemente contiene.
Hemos asistido en los últimos meses al lanzamiento de las maestrías de nuestra Universidad de la República en Manejo Costero Integrado del Cono Sur o la de Ingeniería de Celulosa y Papel, también en La Universidad de Montevideo, en cooperación con BID-FOMIN (Banco Interamericano de Desarrollo-Fondo Multilateral de Inversiones), a través del programa "Promoción de la Producción Eco - Eficiente en PyMEs", asumió el fuerte compromiso de mejorar la eficiencia y competitividad de las PyMEs o La Universidad Católica con su curso de Postgrado en Ingeniería Biomédica, son algunos ejemplos que pautan una clara diferencia entre ambos conceptos y con lo que acontecía en la década del sesenta cuando la fuerte industrialización de la época no se ocupaba de la preservación del patrimonio ambiental ni de fortalecer y fomentar el crecimiento intelectual, en conocimiento e innovación de la sociedad.
Así nuestra Dirección, la DiNaMA, tiene como misión – expresamente establecida en la legislación nacional - la formulación, ejecución, supervisión y evaluación de los planes que regulen, prevengan y controlen todas las actividades humanas que puedan afectar el ambiente.
En este sentido, hablar en estos tiempos de prevención y control ambiental esta ligado a investigación, innovación y desarrollo científico y tecnológico que nos brinden a nosotros las herramientas e insumos necesarios para el cumplimiento de nuestras obligaciones y a los inversores y empresarios la posibilidad de producir más y mejor de acuerdo con las mejores tecnologías que existan, para cada rubro, de forma amigable con el medio ambiente.

ACTIVIDADES

Hoy, dada la realidad del país, es casi inevitable referirse a la actividad industrial, agrícola, ganadera, forestal, prospección minera, etc.; cuyos emprendimientos han llevado la cuestión ambiental a los primeros planos de atención nacional, regional e internacional, podríamos incluso decir.
Pero más allá de las estridencias públicas, para la DINAMA esto ha implicado acelerar procesos internos, asumir desafíos inéditos y encarar una etapa nueva, llena de desafíos y exigencias.

Mejorar las capacidades humanas con que contamos –tanto en términos cuantitativos como cualitativos—, mejorar la infraestructura para el mejor desarrollo de nuestras tareas y contar con los recursos económicos necesarios están siendo objetivos estratégicos de nuestra gestión.
Vale la pena destacar aquí, el reciente lanzamiento de la RED DE LABORATORIOS AMBIENTALES, realizado el año pasado, iniciativa concebida y desarrollada específicamente para el fortalecimiento de las capacidades a nivel nacional de los laboratorios para el control ambiental.
Esta red se concibió para armonizar los procedimientos analíticos, para la capacitación de los recursos humanos y para facilitar y acelerar la acreditación de los laboratorios, medidas todas que apuntan a consolidar la confiabilidad de los resultados y, al mismo tiempo, a fortalecer el sistema de controles: se incrementa la capacidad de trabajo y se posibilita el seguimiento de procesos, a través de indicadores medidos de manera confiable y estandarizada.

La Red de laboratorios que coordina la DINAMA abarca 35 entidades privadas y públicas de, por ejemplo, ministerios, intendencias, entes, universidades, entre otros. Por supuesto también las instituciones emblemáticas del país y del sector como el LATU y UNIT integran también la RED.
Pero además de la RED, la DINAMA encaró el mejoramiento de su propio laboratorio, un referente en el sector que, sin las mejoras imprescindibles, podría verse desbordado. Seiscientos mil dólares es el monto de la inversión en equipamiento licitada en 2006, cuyo resultado redundará en una mejora y modernización que, a esta altura, nos resultaba imprescindible.

También la instalación de un nuevo laboratorio en la ciudad de Fray Bentos –al lado de donde tendremos en el desarrollo de un polo industrial un foco de atención muy especial—, co-gestionado con OSE, es una muestra de la seriedad con que nuestra cartera y la DINAMA están asumiendo los nuevos desafíos que se le están planteando.
Pero todo esto resultaría francamente poco eficaz si no fuera acompasado con el incremento de la conciencia ambiental, de la población del país en general y de los emprendedores industriales en particular. Una sociedad informada y preparada se convierte en un aliado a la hora de producirse estos cambios, interactuando de manera responsable con el ambiente.

De poco vale el seguimiento, el control y eventualmente la aplicación de sanciones por parte del Estado si los protagonistas de las acciones económicas no asumen que esto no es una obligación, un fastidio impuesto por el gobierno sino, muy por el contrario, una obligación, un compromiso de respeto hacia la gente y hacia el país.
Recientemente, hace hoy justamente un mes, hemos tenido la oportunidad de visitar la ciudad de Huelva, con técnicos de la DINAMA y Asesores, gracias a una gentil invitación de la Cámara; donde tuvimos oportunidad de ver y evaluar lo que allí está desarrollándose.
Próximo a la ciudad, en la década del 60, se creó un polo industrial y se propició la instalación de industrias de todo tipo, con el desarrollo de la ciudad pero también con los problemas que esto trajo aparejado.

GESTIÓN Y CONTRALOR

La Comunidad Autónoma de Andalucía en lugar de impedir el crecimiento y de oponerse al desarrollo de la región se abocó a desarrollar un plan de gestión y contralor que creo que hoy pueda ser un ejemplo a nivel mundial.
Pudimos apreciar un sistema informático e integrado de contralor ambiental en tiempo real que le brindan garantías al ciudadano común.
Específicamente en Huelva está instalado el polo industrial que alberga 16 empresas, que a priori podrían ser todas altamente contaminantes; existen refinerías de petróleo, industrias químicas y petroquímicas, siderúrgicas que procesan cobre, centrales térmicas de generación de energía eléctrica, planta de celulosa, etc. etc.
Todas ellas monitorean sus emisiones líquidas y gaseosas en forma continua y envían sus resultados a intervalos de 15 minutos al centro de control ambiental instalado en la ciudad. Éste mediante un sistema de estaciones de monitoreo instalado en distintos puntos evalúa la emisión e inmisión, procesa los datos y los transfiere a un sistema de información (en forma de paneles) instalados en la ciudad y en la página Web de la Comunidad Autónoma, en un lenguaje comprensible para la población.

La industria tiene pautado en su autorización ambiental los niveles permitidos de emisión, los que monitorea en forma continua los 365 días del año. En caso de contingencia existe un protocolo de comunicación por el cuál la empresa deberá comunicar a las autoridades el por qué supero el nivel permitido y los planes que adopto para subsanar esa falla.
Ahora este polo de desarrollo industrial no solo coexiste con la ciudad sino que pudimos apreciar como la producción hortícola, de fresas bajo invernadero, colindan con las instalaciones industriales. Esta producción, casi en su totalidad, se exporta a los demás países de la comunidad los que también se encargan de controlar estos productos y en caso de detectar contaminantes de prohibir el acceso a los mercados regionales.

RESERVAS

También pudimos ver una zona de reserva ecológica donde recalan aves migratorias en su paso del norte al sur y también un importante desarrollo turístico como lo es el balneario de Punta Umbría, comparable con nuestro muy querido Punta del Este.
Acompañando todo esto existe un importante desarrollo portuario a donde llegan un sin numero de materias primas para la industria y de donde se embarcan los productos por ella elaborados en una pujante actividad logística.

Como corolario de todo esto creo que hemos podido corroborar nuestro pensamiento original que Desarrollo y Ambiente no son términos antagónicos y que tomando las precauciones y medidas necesarias, el desarrollo industrial puede coexistir con un ambiente sustentable.
Juntos, entonces, es que iremos confirmando, afianzando los pasos que en este sentido estamos dando. Y estos pasos son los que nos confirmarán, para nosotros mismos y para el mundo todo, como un país que asume la marca de “Uruguay natural” con total responsabilidad y sin resignar en lo más mínimo nuestro desarrollo económico que es, en definitiva, las posibilidades de crecimiento y bienestar de la población.

No hay comentarios: