miércoles, 18 de junio de 2008

423 - Retinas - Visiones y miradas UNO - Fernando Caputi

PLAYAS EN LA NOTICIA (I)

El verano que estalla en Baires, lejos de Mardel

Crónica TV aparece en las pantallas de Uruguay como canal cable de información masiva y, como sólo la reciben abonados, también más IVA. Con titulares tipo catástrofe en diapos sobre fondo rojo, prioriza, justamente, catástrofes, y martillea de contínuo en sus novedades anexando sobreimpresos como FUE PRIMICIA, URGENTE, REITERAMOS, VIVO DIRECTO (apócope de En Vivo y en Directo que faculta a agigantar la letra) o IMAGENES YA DIVULGADAS.
En su autopromoción, la cadena de noticias más vista en Argentina fustiga a quienes dice que pretenden plagiar su estilo, observando que mientras “Todos (los otros canales) dividen el día en mañana, tarde y noche, Crónica cubre al momento lo que pasa en el mundo mañana, tarde, noche y madrugada, porque las noticias no tienen horario”. Irrebatible.
¿Temas preferidos? Los de la crónica policial, con músicas de fondo grave o tenebrosa, e histórica predilección por crímenes nunca resueltos que sugieren traducir patrimonio de un país que parece navegar eternamente a la pesca de presuntos o eventuales testigos y rara vez llega al puerto de la sentencia inequívoca y plenamente comprobada.
Pero antes, durante y después del último pasaje de año, Crónica centró su información, tiempo y espacio en un letrerón, ESTALLO EL VERANO, empleado como puerta de entrada a intervenciones de corresponsales en o enviados especiales a los centros turísticos de la costa atlántica-platense.
Y cada noticia al instante sobre registros térmicos sirve para demostrar que, con la gran nación de tamaño 15 veces mayor que la nuestra, la naturaleza fue esquiva o al menos desprolija, pues, es sabido, el calor de Buenos Aires y hasta de Bariloche suele superar al hiperracionado en Mar del Plata, máxima playa argentina en cuya media tarde los niños visten abrigos y juegan a la pelota para combatir el frío mientras sobre la misma arena oscura sus papás les preparan cafés con leche.
El 5 de marzo, cuando para esas meriendas reparadoras en Mardel ya no había ni ocasión, la noticia varió por fuerza de calendario y aparecía, en tipografía algo menos impactante (indicativa de la transición estacional), el YA SE ESTA YENDO EL VERANO; FALTAN 15 DIAS PARA EL OTOÑO. Y vencido el plazo y la consiguiente cuenta regresiva, por fin, ESTALLO EL OTOÑO, sintética idea en evidente desajuste con la poética melancolía que supone la hojarasca amarillenta que el viento agita.
En sus televidentes montevideanos, Crónica TV inspira crédito (su densa relación informativa suele captar lo que importa en Uruguay horas o días antes que los remisos canales de esta otra banda), simpatía y comprensión por ese su estío que estalla sin que la onda expansiva salga del agobiante Baires, y, en fin, permite entender por qué todo porteño que lo pueda hacer se viene de este lado y disfruta intensamente al recorrer la Rambla rumbo al Este, bajando el coche a segunda marcha ante cada playa donde nada estalla y cerca de abril aún se disfruta generosamente el sol sin energizarlo con café con leche.
Diríase que ese porteño tan buenamente nos envidia que se conformaría con trasplantar a su país, o simplemente clonar, no Punta del Este sino tan sólo cualquier miniplayita de blanca arena como la del Puerto del Buceo, inepta e inapta para baños de mar según lo indica año tras año la IMM.

PANAMA
Donde lo típico se venera como un himno

Hasta el viernes 30 de mayo en curso, Museos del Gaucho y la Moneda (Espacio Cultural Banco República, T 9008764) mantienen abierta al público, de 10 a 17, Panamá artesanía y tradición. Polleras, prendas y molas, muestra apuntalada por el excelente audiovisual La ruta a descubrir.
En este país caribeño de 77.082 km² y tres millones de habitantes, la lengua oficial es el español, pero también se habla o entiende el inglés norteamericano, y la economía está dolarizada a la par del balboa, moneda local.
La exposición es educativa hasta para iniciarse en el castellano versión panameña, donde en rigor se denomina pollera a un conjunto de vestuario femenino, camisola y falda de amplio vuelo, cuya confección insume más de dos años de costura a mano por parte de cinco o seis artesanas y es adornado con prendas, es decir, joyas de oro, perlas y corales (cadenas, peinetón, peinetas, aros, gargantillas, pulseras, sortijas) heredables al paso generacional. Se añaden los tembleques, piezas para lucir en la cabeza a imitación de las flores naturales proverbiales a la empollerada de antaño.
La mola –básicamente, paneles de tela armados con capas sobrepuestas– es el trabajo artesanal y doméstico con el cual la india de las 365 Islas Kuna se esmera en un autóctono diseño, alternando colores para embellecer su blusa, a la que acompaña un pareo de algodón azul con diseños en verde, pañuelo rojo con detalles amarillos en la cabeza, pulseras de cuentas en tobillos y muñecas, aretes en forma de plato y pectorales de oro.
Elvira Elena Barrios, embajadora en Uruguay, explicita así el significado de una muestra a la que de su propia creación personal aportó joyas artesanales, explicitando que, plenamente vigente, el atuendo típico kuna conjuga la influencia española de los siglos XVI/XVII y la rica cultura lugareña en un exponente que respetuosamente es definido como “un sentimiento”.
Panamá, nombre indígena con el que se bautizara a este territorio clave del istmo centroamericano, puede ser básicamente conocido por el atajo más asombroso del mundo (¿octava maravilla?), un canal de 80km de extensión transitado anualmente por más de 13.000 barcos, que en 2014 terminará de ser modernizado mediante un tercer juego de esclusas.
Pero en aparente contraste con esa obra de precursora y legendaria ingeniería, su población actual resulta de la fusión o armoniosa convivencia racial. Un 60% proviene de la mezcla entre indígenas y españoles, 20% es de origen afro, 10% son blancos, 8% indígenas y 2% recibió sangre asiática.
Esa sumatoria cosmopolita se traduce tanto en un señalado potencial económico-financiero como en vigorosa cultura unificada, de la que un aspecto singular es plasmado en las salas del Brou con auténtica galanura. (8.5.2008)

LA VIDA EN TRAZOS
Historias de historietas e historietas de la Historia

Décadas atrás, en los Estados Unidos alguien pretendió descalificar las aventuras de Tom y Jerry por el “mal ejemplo de agresividad” que sus desopilantes correrías daban a los niños, y con parecido argumento se quiso prohibir la exhibición de antiguos dibujos animados en blanco y negro donde los personajes fumaran, como si el humo del tabaco pudiese atravesar el celuloide.
Décadas más tarde, el fanático mundo islámico ponía a precio la cabeza de europeos considerados sacrílegos por caricaturizar a Mahoma.
Más cercanamente, Argentina amaga reinstaurar una censura que se creía abolida rebatiendo a Homero Simpson porque en la pantalla chica tildara a Juan Domingo Perón como dictador, aludiendo a una primera época tan inolvidable, a pesar del Clan Fernández, como las de reincidencia, en versión corregida, del caudillo populista.
La actual titular del mismo gobierno y cabeza del citado clan se molestó con Hermenegildo Sabat –artista uruguayo oficialmente condecorado a su largo paso por ese país de adopción– objetándole ocuparse de ella en una de sus magistrales diseños de actualidad política.
Cada tanto, pues, tarjetas rojas y amarillas aparecen por áhi como si la institución del humor no fuese sana y necesaria en un universo enfermo de agravios verdaderos y persecuciones.
Al recordar a jefes de Estado uruguayo que eran los primeros en festejar las ocurrencias gráficas donde se les daba protagonismo, también me viene a la memoria Roberto Lagarmilla –periodista, musicólogo, climatólogo y, sobre todo, soberbio docente del razonamiento–, para quien reír era función despresurizante del drama humano, y reírse de uno mismo, el mejor comienzo posible para cumplir cabalmente con esa fisiología.
Tiende a necedad, por un lado, egolatría y sobrestimación, por otro, creerse ajeno al campo posible de la chanza por investir un alto cargo. En los países donde prevalece la distención bien entendida, tiras de comics y caricaturas significan no más que ejercitar el supremo albedrío de la libre expresión, la misma que, empero, algún mandamás de turno confunde cuando censura el chow de que una ex esposa ventile intimidades, y otro define el diálogo como “herramienta importante” pero restringida a ciertos momentos que se estima con derecho a discernir. Hasta se olvida que la prensa, hoy tan sistemáticamente fustigada, se la jugó contra muy dura dictadura con el sutil armamento de la caricatura entre otras modalidades de resistencia emparentadas con la ironía, en tanto ellos usaban su imaginación tan sólo para acomodarse y obtener favores.
Cuando la TV y los cassettes aún distaban de su apogeo y acceder al Cine Metro un sábado de noche imponía formar interminables filas ante la boletería, más que del estreno se disfrutaba a Jerry, el diminuto ratón que no sólo cerraba la tapa del piano sobre las manos del Tom ejecutante sino que solía lagrimear ante la desventura del gato, malhumorado, iracundo, sí, pero, a la larga, igualmente sensible en escenas que terminaban en un canto a la amistad.
No deberá sorprender que, de futuro, en los permanentes repasos que plantea la competencia del pensamiento, se incurra en proscribir a la mona Chita, Benitín, Trucutú, Mandrake o Asterix, y se culpe de la disidencia conyugal a Disneylandia por su prédica imperialista. (13.5.2008)

JUEGO DE SIGLAS
Hagamos progresista la diplomacia neoliberal

A juicio de una dama con la que por décadas intercambio opinión en toda materia –desde fútbol y política a comportamiento individual y colectivo del conciudadano–, el oncólogo/presidente se encamina hacia un cargo, destacado, rentado y exento del IRPF, en la Organización Panamericana o Mundial de la Salud (OPS-OMS) cuyo desempeño le hará sentirse realizado al término del ejercicio de gobierno.
De allí la opción, firme al menos hasta hoy, contraria a una eventual reelección que de yapa halaga su ego el sólo invocarla.
De ocurrir como prevé esta señora que vive sopesando datos e noticias, el Dr. Tabaré Vázquez estaría respondiendo a su verdadera vocación, abonada con efectistas decretos contra el humo de tabaco que circunscribieron el hábito de fumar a la vía pública, mesas exteriores en bares o restaurantes y –podría decirse con cierto humor negro– a los sin techo, pero más recientemente tienden a proscribir ese imperdonable vicio humano hasta en azoteas de edificios-torre, bien servidas con humos de pasturas y cenizas de volcán que vienen de la izquierda en cualquier mapa.
El hecho de que fuera recusado en su intento de dialogar, hace unos días, el líder nacionalista Dr. Jorge Larrañaga, sería un extremo donde cabría aceptar que, en fase final de mandato, el presidente de (¿todos?) los uruguayos y uruguayas, para colmar su capacidad de soportar oposición no precisa más que recorrer la amplitud del Frente Amplio.
Luego, había que evitar susceptibilidades, por cuanto lo que se diga fuera del léxico médico puede llegar a países ideológicamente camaradas y obrar como crítica indirecta, cosa que no se desea.
Entonces, este gobierno no sería inepto en cuestiones de Relaciones Exteriores como tantos piensan, sino que vendría practicando un cambio en la Diplomacia, no tan radical como el de Hugo Chávez pero cambio al fin.
El nuevo camino tuvo señal anticipada la víspera de su asunción con la inesperada concurrencia del electo, en traje de calle y sin invitación, a la cena que a jefes de Estado visitantes ofrecía el saliente, y prosiguió reservándole a un primer canciller logros que pudieran ufanarlo (restablecer relaciones con Cuba, felicitar a Raúl Castro al convertirse en cabeza de un régimen que iba perdiendo la cabeza del todo, reunir de madrugada al Parlamento para contar con la Venezuela del Norte, como gran hermano, en el Mercado Común del Sur, concomitantemente imponer y ponerse en proyectos como Banco del Sur y, para probar la libertad de prensa, Telesur; rehusar a cualquier TLC con Estados Unidos, el enemigo), dejando asuntos menores como bloqueo de puentes y plenarios en la OEA a cargo de obsoletos cultores del ceremonial y el protocolo, que para algo están con su librito de cabecera, al que en el argot interno de RR.EE., más neoliberal que progresista, llaman la “biblia”, contrariando la a-religiosa condición de este país..
Resistido hasta en su propia tienda partidaria–notable muestra democrática–, Reinaldo Gargano terminó subrogado (y no porque su salida respondiese a un clamor) por Gonzalo Fernández, hombre de entera confianza. Tanta, que, sabedor de que el propio Vázquez terminaba de aprobar ex profeso lo que el embajador en Italia hubiese hecho u omitido, el nuevo ministro encuadró en sumario administrativo al funcionario del servicio exterior, declarado ferviente defensor del FA y los DD.HH., por dejar escapar del rigor de la repatriación con plazo a un presunto torturador.
Pero visto el introito de este borrador, la expectativa estriba en saber si el pronóstico de la citada dama de excelsa compañía es correcto o lo afectará el cambio climático global. (15.5.2008)

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