485 - Papeles y cenizas - Postidentidades - Sebastián Guercio

* sigo pensando que la televisión prostibularia - tinelli y sus obscenos tentáculos - es funcional al sistema neocolonialista, además de ser aburrida y francamente tilinga.
* que ciertas pseudo divas mantengan una dudosa vigencia prueba incapacidad de recambio y la terrible gula de los empresarios - y empresas - que las sostienen.
* los mentados tentáculos se esparcen por innumerables espejos, que, valga la redundancia, reflejas las carencias sistemáticas y la vejentud de las ideologías caducas, mentirosas - porque mentir es no creerse . y brutales - en el sentido de aplicar un simple principio de lo bestial: yo y no otro, que ni siquiera aplican los animales.
* las cenizas del sistema caen desde el tronco semiquemado, en vías de consumirse totalmente, de una estructura social que ya no admite reformas. La tv prostibularia parece orientar su enseñanza hacia hacer ver que todo está bien, que mirando copular cuerpos perfectos y decir estupideces a un nuevo rico podremos solucionar nuestros problemas, que lo son de una clase oprimida sepultada por otra, opresora y corrompida.
* entonces, si la tv no permite tristezas, pobrezas ni maldades, no vale la pena tentar el cambio, proceso que supuestamente podría culminar en una desgracia mayor, que sería perder el lubricado contacto con esos cuerpos vidriosos, plasmáticos, cuya desnudez anticipa todos los placeres. Sin embargo, todo es búsqueda, no hay consecusión, concreción, logro. Todo se escapa, muere al accionar la inversa del power.
* de ese modo, el gris es el mayor alcance, nada más, la luz del blanco absolutamente brillante es propiedad de los que defienden la hiriente propiedad. Dueños también de la carne ordenada en perfecto, del modelo estructurado que se ansía libidinosamente, pero se sublima sin partido, con negación determinante, ahogada de anti dialéctica y, por tanto, imposible y destinada al fracaso, ¿cuando?
* será algún día, pero será, sin tinellis ni divas, sin grises ni mentiras, sin estrellas falsas ni brutos, sin bestias ni ídolos. Aquello de los pies de barro...