jueves, 24 de julio de 2008

490 - Retinas - PRONTUARIO DE CIUDAD VIEJA -Quinta - Fernando Caputi

Con capitales españoles, Juncal se puebla de escritorios

En la bajada de Plaza Independencia por Juncal, impresiona el sostenido quehacer de obras en marcha. Una en avance tras estar paralizada 40 años, otra renaciente. Pero ambas de porte mayor y respondiendo a inversiones de un mismo origen –ciudadanos españoles– que, por llamativamente reiteradas en los últimos lustros, sería harto elocuente cuantificar, tal vez como aporte más sustancial a la recuperación urbana de Montevideo.
Sobre la curva inmediata, frente al Torre X, por donde autobuses en cascada provenientes de 18 de Julio se internaban en Ciudad Vieja previo a la era del trasbordo, un esqueleto en hormigón armado de 15 niveles ve completar su anatomía, asegurando la firma constructora –que se anticipa a ofrecer en arrendamiento oficinas de 250 o 500m²– que el Torre del Plata será un edificio inteligente; ergo, privilegiado por tecnologías de última generación.
Esta imponente estructura, de improviso abandonada tal cual a fines de los 70, es objeto de un reemprendimiento que financian hispanos radicados en Uruguay, estando prevista su terminación y equipamiento para abril de 2009.
(Disgresión: construcciones inconclusas de Montevideo pero, a diferencia, parcial o precariamente ocupadas, son visibles por ejemplo en las esquinas de San José-Florida y 18-Tacuarembó, pero no representan las únicas con las cuales indirectamente se promueve el intrusismo en una ciudad carente de regímenes inmobiliarios severos. Sin contar, claro está, el frustrado Palacio de Justicia, de armazón básica recordista en cuanto a años de ocio, ahora reproyectado como Torre Ejecutiva destinada a alojar dependencias administrativas de la Presidencia de la República, sedes de organismos internacionales y oficinas privadas.)
El segundo ambicioso proyecto se vislumbra metros más abajo de la misma cuadra, predio al que corresponden los números de calle 1390 y 1400, llegando a Rincón pero a la derecha del trecho inhabilitado para el tránsito desde que en el ya lejano 21 de setiembre de 2006, matando a dos operarios se vino estrepitosamente abajo lo que restaba del pretérito Hotel Juncal. Allí, resuelta una trabajosa actuación judicial a cargo del magistrado Dr. Pablo Tapié, nueva empresa contratada retiró todo escombro y, aventando riesgos, demolió el también viejo edificio con placas de identificación 1380 y 1388, que en yunta integraba el proyectado reciclaje insinuado, y antes del desastre era considerado estable.
La más reciente intervención obedeció al doble propósito de garantizar medianeras y, atento a determinados informes periciales, en el predio que se mantenía en pie, acabar con trabajos “no del todo convincentes” practicados en su momento.
El terreno sigue siendo propiedad de los inversores españoles de un principio, pero esta vez se habla de erigir unos siete pisos de escritorios sobre mil metros cuadrados (planta de 50x20), propuesta que, de entrar en ejecución antes de octubre próximo, podrá estar plasmada en el último trimestre de 2010.

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