viernes, 5 de septiembre de 2008

569 - Blogs y bloggers - Blogs, bloggers y política - dos textos

* a partir de esta inclusión, en este free
blog inclusivo en sus dialécticas
disyuntivas naturales, vamos a
incorporar todo lo a mano en
defensa y promoción de blogs y
bloggers, esperamos exagerar, ya
van dos en una entradared
*Blog, bloggers y blogósfera - Carlos Eduardo Cortés
Hace doce años los blogs no existían. Hoy son ya 70 millones en el planeta. Frente a la pérdida de centralidad de la política y de las formas de participación social, ¿son los blogs una nueva respuesta que expresa una transformación en los modos simbólicos de producción de conflictos?

El domingo 31 de agosto pasado se llevó a cabo el I Encuentro virtual de bloggers por el Día Internacional del Blog. Este término, originado en la suma de dos palabras inglesas: Web + log = weblog, nació hace una década para describir un nuevo formato audiovisual basado en la idea de una bitácora o cronología (log), puesta públicamente en Internet.
En julio de 2008, blogherald.com contabilizó 70 millones de blogs en el planeta, escritos por igual número de bloggers o blogueros. En inglés ya existe el verbo To Blog, y la actividad relacionada se denomina blogging. Su presencia global también ha dado lugar al concepto de blogósfera, que acompaña a otros neologismos como videósfera, ciberespacio y cibercultura.
El proyecto diadelblog.com es una iniciativa sin fines de lucro, construido en forma colaborativa y solidaria por entusiastas del tema en Argentina, España y Ecuador, para “generar un espacio de encuentro virtual para bloggers en ocasión del Día Internacional del Blog, donde se discutan, expongan, compartan –interactivamente– temas en torno de la blogósfera, y aportar de esta manera en algo, a su desarrollo integral y evolución”.
“Blogging es fundamentalmente una forma de publicación por vanidad: Puede que uno logre disfrazarlo con términos elegantes, por ejemplo, llamarlo ‘cambio de paradigma’ o ‘tecnología problematizadora’, sin embargo la verdad es que los blogs consisten en basura adolescente sin sentido. Adoptar el estilo de vida blogger es el equivalente literario de colocarle adornos brillantes al manillar de la bicicleta.
[...] En el mundo del blogging ‘0 Comentarios’ es una inequívoca estadística cuyo significado es que absolutamente a nadie le importa. La terrible verdad acerca de los blogs es que hay mucha más gente escribiéndolos que leyéndolos.”
Estas provocadoras frases fueron escritas por un veterano bloggero en mayo de 2005 (Stodge.org - The personal memoirs of Randi Mooney). Y sirvieron de abrebocas para uno de los foros que se desarrollaron a lo largo de ese día.
¿Estamos contribuyendo a crear una cultura fragmentada, aislacionista e individualista, de cero comentarios? ¿Estamos sobreestimando aspectos positivos de la cibercultura, como la participación, la colectividad, las comunidades virtuales y el valor de la presencia de aficionados (no profesionales) en los nuevos medios?
El hecho es que el mundo cambia cada día alrededor de estas nuevas realidades, y querámoslo o no, afecta la vida de todas las personas, para bien o para mal. Veamos algunos datos ilustrativos:
- Uno de cada 10 cibernautas tiene el español como lengua principal.
- En 2008, los usuarios globales de Internet ya superaron los 1500 millones de cibernautas.
- Entre 2006 y 2007, el número de usuarios de Internet en Latinoamérica aumentó 200 por ciento, para llegar a 137 millones.
- A diario, mil millones de búsquedas se producen tan solo en Google.
- En todo el planeta, cada día se envían 80 mil millones de mensajes de texto y correo electrónico, y 250 millones de usuarios acceden a los servicios de YouTube.
- Cada minuto, millones de usuarios de las nuevas redes sociales cargan 10 horas de nuevos videos, y reproducen 500 millones de clips, tan solo en YouTube.
- Hoy, 3300 millones de personas –más de la mitad de la población mundial–, cuentan con telefonía móvil, y el crecimiento anual planetario ya llega a 22 por ciento, según la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT).
- En Latinoamérica, se calcula que el 70 por ciento de la población tiene teléfono celular.
Es tal el impacto de los llamados nuevos medios, que los blogs, que no existían hace doce años, se convirtieron en uno de los ejes de información durante la reciente Convención Nacional Demócrata de Estados Unidos, en Denver, Colorado.
En el evento se acreditaron 125 blogs, cuatro veces más que en 2004, y esta vez contaron con su propio espacio en el centro de convenciones. Aunque, a unos cientos de metros, en una gran carpa de dos pisos (bigtentdenver.org), se produjo la mayor evidencia de cambios drásticos en el mundo de la información noticiosa.
La llamada “Big Tent” nació como un espacio comercial para albergar a periodistas de los nuevos medios, reporteros y blogueros, y a miembros de organizaciones sin ánimo de lucro, para cubrir el evento político con acceso a un espacio de trabajo (mesa o sofá), Internet inalámbrica, dos comidas al día, cerveza local gratis e ilimitada, y derecho a usar el espacio de Google para subir videos en la red social YouTube.
De hecho, para cubrir la Convención Nacional Republicana en Minnesota, 200 blogueros se habían registrado a fines de agosto, según informó la agencia AP. Y los émulos no faltarán en Latinoamérica...
* el autor es gerente de Radio Nederland Training Centre – América Latina

//////////
Los blogs políticos - Pablo Castillo
Hace doce años los blogs no existían. Hoy son ya 70 millones en el planeta. Frente a la pérdida de centralidad de la política y de las formas de participación social, ¿son los blogs una nueva respuesta que expresa una transformación en los modos simbólicos de producción de conflictos?

A diferencia de los fotologs que se volvieron masivos en el mundo adolescente, los blogs –y especialmente los blogs políticos– habitan el ciberespacio todavía de una manera embrionaria.
Mendieta, Ramble Tamble, La Barbarie o el recién llegado Bando-neón, son nombres que para la mayoría de los mortales no dicen mucho. Sin embargo, hay un público todavía pequeño que los ha incorporado como parte de su rutina diaria de lectura.
En principio, el blog tiene alguna ventaja comparativa con los medios gráficos, ya que brinda la posibilidad de hacer comentarios a las notas que aparecen en él, casi en tiempo real e, inclusive, rebatirlas y propiciar debates. En ese sentido, se asemejan más a la relación que establecen algunos oyentes con sus llamadas a ciertos programas de radio, aunque tal vez sin la calidez ni la empatía que producen esos encuentros, aun mediados por la conexión telefónica.
Pero ¿quiénes son, en definitiva, estos personajes que destinan una porción importante de su tiempo a escribir notas sobre la actualidad, subir un video o traducir un artículo del Financial Times? ¿A quiénes se dirigen? ¿Son solamente presunciones narcisistas? ¿Prácticas discursivas de un sector de la clase media intelectual –en general urbana– que navega sin referencias político-partidarias visibles? ¿O bien son aquellos que buscan en los blogs un lugar de anclaje, de construcción de vínculos y de nuevas comunidades asociadas?
Es difícil contestar taxativamente estas preguntas. Sobre todo porque esta supuesta pérdida de la centralidad de la política y de las formas en que se configura la participación social –fundamentalmente en las grandes ciudades–, también puede ser leída desde lo comunicacional como una transformación en los modos simbólicos de producción de conflictos.
Sandro Macassi señala que “los cambios y los procesos mundiales en la economía y en el campo de las comunicaciones, especialmente en su base tecnológica y cultural, plantean nuevos escenarios en la forma en que el ciudadano establece sus relaciones comunicativas con la dimensión política”.
Las nuevas tecnologías, si bien se montan en un sistema de acceso desigual a la información, irrumpen en la dimensión doméstica borrando las ya pocas barreras que quedaban entre lo público y lo privado.
Los blogs tienen además a su favor que son muy fáciles de hacer, accesibles tecnológicamente a partir del crecimiento de la banda ancha y, sobre todo, son gratis. Si los blogs políticos que surfean por la blogósfera constituyen una moda pasajera o no, dependerá de muchos factores, tanto internos como externos. Tal vez terminen configurándose como una variable que podrá incidir en segmentos específicos.
Además, para existir, los blogs tienen que dar cuenta de reglas explícitas o implícitas, como actualizar asiduamente sus contenidos, o alimentar el intercambio de voces, contestando los comentarios que hacen a las notas que publican.
Es cierto que, además de ser muchas veces la contracara de lo que dicen los diarios a la mañana, el formato blog brinda una serie de posibilidades que no siempre se utilizan. Es escasa la producción de información o entrevistas propias. Sin embargo, el carácter artesanal con el que funcionan es un impedimento objetivo para llevar adelante estas cuestiones.
Igualmente, para aquellos que son más precavidos acerca de las potencialidades futuras de los blogs, o guardan legítimas sospechas sobre sus construcciones dialécticas, una mirada sobre cómo asimilaron estos modernos cuadernos de bitácora la crisis que provocó el lockout sojero puede ser una buena excusa para analizar estos asuntos, aun más allá de cómo se terminó configurando la dimensión estrictamente política de ese acontecimiento.
Lo que se pudo observar es que, desde sus incipientes identidades, muchos de los que hacían estos blogs terminaron saliendo a la calle. Su presencia los inscribió como parte de repertorios más amplios y heterogéneos que excedían largamente su público más específico.
Por lo tanto, es un interrogante abierto en qué medida esos intercambios, apropiaciones y puntos de ruptura incidirán en una reformulación de sus esquemas de lectura de los procesos colectivos que dotan de sentido a las prácticas sociales y comunicacionales.
Julio Cortázar, en Libro de Manuel, decía que “un puente es un hombre cruzando un puente. Si no, no hay puente”. ¿Dónde deberán buscar, entonces, los blogs políticos vientos propicios para su navegación? Seguramente, cerca de los puentes.
el autor es licenciado en psicología. Magíster en comunicación

No hay comentarios: