miércoles, 3 de septiembre de 2008

562 -Retinas - Economía energética - Fernando Caputi

Bombita(s) de bajo consumo como premio al patriotismo

Transcurrido (al parecer) el mayor rigor del invierno, UTE agradece a la población la solidaridad de haber permitido sortear los avatares de represas sin cotas capaces de respaldar suficiente cantidad de energía. Lo hace ignorando el sacrificio de antes y después del período sujeto a la casi innecesaria exhortación al ahorro, extremo impuesto por el propio bolsillo de ese mismo consumidor legal, sabedor de que las tarifas nunca dejan de crecer, y menos aún en estas ocasiones, para que, a menor consumo relativo de electricidad, la recaudación se mantenga enhiesta.
Para peor, la extra representada por el robo del propio fluido por quienes se pinchan a los cables –cuando no los cortan para revender sus materiales– suman pesos a las facturas regulares de aquéllos que no hurtan nada en liquidaciones por lo general estimadas (estm), irregularidad que será simbólicamente compensada con el obsequio, a cada núcleo familiar, de una o dos bombitas de bajo consumo Clase A cuya importación por fin se avizora tras meses de promesas.
En tanto, medios de prensa confiables a menudo recogen denuncias sobre esta y otras cuentas públicas exorbitantes (¿estm?) que, en cuanto le compete, OSE en particular suele atribuír a errores administrativos nunca constatados antes de cursar la liquidación indebida. Rareza muy uruguaya que induce a robustecer la sospecha de que algún gerente de turno tuvo que haber advertido la multiplicación x 100 o x 1000 del consumo habitual, pero dejó todo así para ver si pasaba.
En concreto, la restricción energética cesa salvo en cuanto a la infraestructura del Estado, que –se comprobó– por no haber sido tan patriótica se extenderá algo más. Pero surge como certeza poco novedosa que, consumos desmedidos reales o ficticios, directos o indirectos, los termina pagando el consumidor decente.

No hay comentarios: