domingo, 21 de octubre de 2007

336/Retinas - Nuestrra asistencia de la salud - Por Yamandú Bermúdez Coquard

Todos hemos tenido, en algún momento de nuestras vidas, la necesidad de ser asistidos por quiebre de nuestra salud. Ello puede haber sido, por afecciones agudas, resueltas en un periodo corto de tiempo (por ejemplo, traumatismos articulares, gripe, etc.); por afecciones repetidas, con tratamientos sobre lo agudo, con tratamiento preventivo sobre esa afección (por ejemplo, alergias, artrosis articular, etc.); por afecciones crónicas, con tratamiento prolongado, permanente o intermitente (por ejemplo, diabetes, hipertensión, migrañas, cáncer, etc.).
A su vez estas afecciones requerirán asistencia en domicilio o en instituciones, con o sin internación; con diferentes estudios para diagnóstico o de control; con intervención de uno o varios profesionales; con muy diversas implicancias en la vida del sujeto afectado y de su familia, con autonomía o dependencia, con necesidad o no de licencia laboral, con o sin sufrimiento permanente, con afectaciones emocionales personales y familiares, con afectaciones económicas (trabajo o no, costo asistencial, quiebre familiar).
Con esta introducción he querido hacer un resumen de todas las implicancias que existen al enfrentarnos con afecciones de nuestra salud, y probablemente cada uno pueda agregar muchos elementos no descriptos. El objetivo es poder ver, visualizar, todo lo que implica ese momento, para pasar al plano de todo lo que ofrece nuestro sistema asistencial. A su vez se desprende que cada uno debe asumir un rol protagónico desde el lugar de paciente, para poder irnos trasladando entre diferentes eventualidades e ir solucionándolas, o no. Y aquí el centro de la cuestión.

Porque en cada uno de los sistemas asistenciales de nuestro medio, tenemos que afrontar diferentes etapas de las descriptas para poder ser asistidos. ¿Se cumplen? ¿Cómo? ¿Cuál es el sentir al ir sorteando etapas? ¿Nos sentimos protegidos, agredidos? ¿Nos queda sensación de confianza? ¿Sentimos a los diferentes integrantes (cajero, enfermero, médico, etc.) como aliados a nuestro servicio? ¿Cómo queda nuestro núcleo familiar? ¿La enfermedad nos unió, nos separó? ¿Cómo nos trata la sociedad (trabajo, calle, ómnibus) como enfermos? ¿Nos protege, somos discriminados? ¿Cómo vemos el sistema de salud? ¿Empresas comerciales? ¿Están la moral y la ética presentes?
Sería interesante abrir un intercambio de opiniones y experiencias. Hace pocos años se obligó a los centros asistenciales a tener unidades de defensa del abonado. Creo que este acto se hace en respuesta a esta temática. Por supuesto existirán elementos políticos, intereses personales y mucho etcéteras. Pero para atender los escrito me parecería bueno saltear, lo más posible estos aspectos, y centrarnos en las preguntas formuladas.
Dr. Yamandú Bermúdez Coquard (médico general, acupuntura, homeopatía y paciente)

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