Ahora venimos a enterarnos que la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) y la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) presentaron un proyecto orientado a crear un sistema técnico para el empadronamiento de hinchas.
Narra la noticia de marras que el proyecto fue presentado en la sede del edificio de la calle Viamonte en un acto que contó con la presencia del presidente de la AFA, Julio Grondona; del secretario general, José Luis Meizner, y del titular de San Lorenzo de Almagro, Rafael Savino. La idea contempla además implementar la venta personalizada de las entradas para los campeonatos del fútbol local.
El convenio le otorga a la UTN un plazo de 120 días para presentarle a la AFA las modalidades técnicas posibles con miras a la implementación de un sistema de venta de entradas personalizado. Una vez que la Universidad concluya el período de evaluación elevará su propuesta a la AFA para su análisis definitivo.
El objetivo es que este sistema permita la aplicación rigurosa del derecho de admisión en los estadios argentinos. Además, se especula con un programa de empadronamiento de hinchas -que se realizaría en los propios clubes-, con identificación del nombre, documento y huella digital de cada uno.
Asimismo, los impulsores del proyecto confirmaron que se estudia, a su vez, la posibilidad de eliminar la venta de entradas en papel (sólo se expenderían en forma electrónica) y en los días de partido. El plan una vez que esté suficientemente desarrollado se empezará a aplicar en la Primera División como prueba piloto. ¡Al fin!, ¡qué bien!, de una vez por todas se acabarán los hinchas innominados, las multitudes agitadas, ruidosas, vociferantes.
Además de las cámaras recorriendo las tribunas, de los controles en las puertas, de las zonas de exclusión; guardias, perros, patovicas, celulares (los furgones, no los teléfonos), guanacos, patrullas, camiones, ambulancias, equipos antimotines; además de todo eso, habrá que super identificarse, ultra vigilados.
¿Quién tiene la culpa?, las 12 y los borrachos de los tablones, banderas y barras, alcohol, drogas, prostitución, robos en lugar de entusiasmo legítimo y disfrutar de “ser hincha”.
Porque se acabó el despreocupado anonimato de la tribuna, y lo sustituye la cédula de identidad de asistente al espectáculo deportivo, la matrícula que permitirá ingresar a los estadios, ya nunca más canchas.
En definitiva, cuando así lo quieran los indecentes barrar bravas, ni esto va a servir de nada, y habrá insultos, agravios, enfrentamientos, peleas, golpes, piñazos, corridas, cuchillos y cuchilladas, armas de fuego y disparos, y gente que muera, otros que sean sus asesinos, y otros que oculten a éstos y se lamenten de los muertos, mientras alguien, que vino a estar en la cancha, no podrá entrar a ver jugar los colores de su vida porque no se matriculó o se olvido de traer el carné.
¡Qué horror! Mejor mirarlo en la tv.
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