Bueno, o más que bueno, el comentario de Jo-Ju - ¿dos hermanos?) y da oportunidad para una especulación cortita y sin nombres de pila, no hacen falta.
Danilo quiere ser él.
Tabaré quiere intervenir, o que terminen llamandolo (todos, "sós el único"), o reservarse el sillón para el 2014.
Mujica quiere ser él o elegirlo, seguramente dentro de sus allegados que, a esta altura, no sólo están en el Espacio 609.
Rubio, Michelini, Nin, Daniel Martínez y otros quieren que los elijan, no el Plenario, sino Tabaré, o Mujica.
A los intendentes del FA, incluido Ehrlich, les está gustando esto de gobernar, y Carámbula siempre quiso, aún antes de asumir.
Los ministros dependen de la gestión en sus carteras.
Y todos dependen de los resultados, no hay votos atornillados ni votantes cautivos.
Las reformas (fiscal, tributaria, del estado, de la salud, laboral, tercerizaciones...) son puntos flacos y fuertes, se verá.
En cuanto a las sensaciones de "estos son iguales a los otros", "no pasa nada", "estoy decepcionado (a)", son naturales, terribles y corre por cuenta del FA anularlas o disminuirlas. Ahora saben que con políticas de Derechos Humanos no arreglan todo, y hay temas, como la inseguridad física y de bolsillo, que no se arreglan con firmas, actos, discursos y promesas.
La oposición viene magra, temerosa, recién los blancos se están animando, los colorados se sienten muy chiquitos, enanos. Todos los opositores miran al gobierno y al Fa, pero, de reojo, temen a lo que hagan sus correligionarios, las ventajas, los acercamientos, ocurrió que perdieron feo, y ahora el anhelo es forzar una segunda vuelta y se dicen, a lo yorugua, "matematicamente tenemo' chance":
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