Diario de Pekín - China
En quince años, las clases medias de China pasarán de los 100 millones actuales hasta unos 600 millones
En los últimos veinte años, el mundo ha asistido al nacimiento del "fenómeno China" como fábrica global. En los próximos quince, se asistirá a la segunda fase de ese fenómeno, bajo la forma de una extraordinaria expansión del consumo interno y de la consolidación del mayor mercado del mundo. Antes del 2020, las "clases medias" chinas pasarán de los 100 millones de consumidores actuales, hasta unos 600 millones.
En quince años, las clases medias de China pasarán de los 100 millones actuales hasta unos 600 millones
En los últimos veinte años, el mundo ha asistido al nacimiento del "fenómeno China" como fábrica global. En los próximos quince, se asistirá a la segunda fase de ese fenómeno, bajo la forma de una extraordinaria expansión del consumo interno y de la consolidación del mayor mercado del mundo. Antes del 2020, las "clases medias" chinas pasarán de los 100 millones de consumidores actuales, hasta unos 600 millones.
El país va a experimentar un cambio tan profundo como el observado hasta el día de hoy. "El mercado de masas, representado por la clase media/baja, aumentará de los 100 millones actuales hasta, aproximadamente, 500 o 600 millones en el 2010, mientras que la clase media/alta crecerá de los 10 millones actuales hasta 70 o 100 millones, para el 2020", explica el consultor belga, Jan Borgonjon.
Las estimaciones de su consultoría, "InterChina", coinciden, mas o menos, con lo que barajan Morgan Stanley, McKinsey, UBS y otros. Las "clases medias chinas", cuya expansión alimentará la prevista explosión del consumo, es un término tan amplio como confuso. Desde el punto de vista de los ingresos, Borgonjon habla de unos 500 o 600 millones con entradas anuales situadas entre los 4000 y los 12.000 dólares, y de una franja de otros 100 millones con ingresos por encima de los 12.000 dólares. Para este segundo grupo, los productos de consumo típicos serán; vivienda, coche de gama alta o media, turismo (dentro y fuera de China), los seguros médicos y la educación de los hijos. Para la clase media/baja, el teléfono móvil, el televisor de plasma, vivienda y automóvil utilitario y educación. Este "boom" del consumo es, en parte, un pronóstico ya confirmado y en marcha. Por primera vez desde 1998 la demanda de productos está superando la oferta en una lista de más de cien productos divulgada esta semana por el Ministerio de Comercio.
Los usuarios de teléfonos móviles han pasado de 230 millones en 2003, a más de 600 millones hoy, y aumentan a razón de 7 millones de unidades vendidas al mes. En cinco años, los propietarios de coches han pasado de 17 millones a 40 millones. Estas cifras son algo más que una mera consecuencia automática del crecimiento. Tienen que ver también con una estrategia política, pues China es uno de los países en los que la esfera de lo político mantiene una considerable capacidad de gobierno, y hasta cierto punto, de planificación, sobre lo económico. El peso de las exportaciones en el PIB supera el 40%, y, en los últimos años, lo que se considera excesivo y peligroso. El gobierno chino ha dejado clara su voluntad de pasar desde una economía orientada a la exportación, a un crecimiento más sólido y menos vulnerable ante posibles fluctuaciones exteriores. Ese crecimiento deberá ser generado por su mercado interno. Para facilitar ese cambio, el estado gastará más dinero en bienestar social, contribuyendo activamente a la construcción o mejora de redes de educación y seguridad social. Ese mayor gasto supone también un mayor énfasis en la captación de impuestos. Hoy los impuestos suponen alrededor del 23% del PIB, lo que es insuficiente para sostener un "estado social".
En quince o veinte años, la clase media podría dejar hasta el 40% de sus ingresos en impuestos, lo que, según algunos observadores, incrementará la presión pública para una mayor representación política. En otras palabras, el principio "no taxation, no representation" (nula imposición fiscal / nula representación política) podría quedar atrás. Los expertos chinos no cierran esa puerta. "Nuestro sistema político y nuestro partido han demostrado funcionar bien y ser adecuados a la actual fase de desarrollo, la pregunta sobre su futuro habrá que planteársela cuando lleguemos al ""xiaokang", dice, Hu Angang, el influyente economista de la Universidad Quinhua de Pekín. Es una manera de decir que la reforma política puede ser actual en unos quince años… El objetivo de "xiaokang" ("pequeño bienestar"), describe, a grosso modo, una sociedad de clases medias con fundamentos socioeconómicos para la estabilidad. El concepto de "sociedad armoniosa", con atención a las desigualdades y al desarrollo del estado social, que va a ser la principal bandera del XVII Congreso del PCCh que se celebrará en quince días, es visto como la estrategia para llegar a aquel objetivo de "xiaokang / 600 millones de consumidores". ¿Quién se hará con el descomunal pastel que representa ese boom del consumo?. Evidentemente, el gobierno chino se está preparando en muchos frentes para que sea capitalizado por las empresas nacionales, y no por los extranjeros. En los últimos meses han pasado muchas cosas en ámbitos como; políticas industriales proteccionistas, la legislación sobre impuestos, estándares nacionales de calidad, leyes antimonopolios, privatización de empresas estatales…
El gobierno chino considera que en los últimos años las multinacionales extranjeras han llegado a dominar en exceso algunos sectores sensibles de la economía nacional. Todo eso, y lo que vendrá, redunda en lo mismo; un clima general menos favorable hacia las empresas extranjeras con vistas a "nacionalizar" la próxima explosión del consumo de los 600 millones.
Si antes, todas las empresas extranjeras eran bienvenidas, se les desgravaba y tenían ciertos privilegios, en la actual fase de desarrollo sólo se les va a recibir con los brazos abiertos cuando encajen en la nueva estrategia, cuando transfieran tecnología avanzada, o cuando inviertan en sectores y actividades en los que su presencia se considera necesaria para un desarrollo más pendiente de la calidad. En todo lo demás, se les va a poner las cosas más difíciles. Desde el XVI Congreso del PCCh (2002), el escenario oficial de "xiaokang para el 2020, con explosión del consumo y de las clases medias", parte del presupuesto de un sostenido ritmo de crecimiento semejante al actual. Esa continuidad, está, sin embargo, sometida a imprevistos. Existe el precedente del SARS (el síndrome respiratorio agudo de 2003), que fue más una advertencia que una verdadera crisis. Tenemos el nunca descartable escenario de un "pinchazo global". Y tenemos el problema de la sostenibilidad del actual crecimiento, con sus tremendos dilemas energéticos. Actualmente, el uso energético vinculado al consumo representa un 24% del total. Cada nuevo miembro de la clase media china, consume 3,5 veces más energía que su anterior "encarnación social", rural campesina.
El pronosticado boom del consumo requerirá un boom energético (y contaminante) extraordinario. ¿Por donde pueden venir las sorpresas en ese terreno?. Según la Agencia Internacional de la Energía, China superará en 2010 a Estados Unidos como primer emisor de gases de efecto invernadero y para el 2030, China responderá de más del 25% del incremento global de esa emisión. Durante la fase anterior del boom -en los noventa- las emisiones de gases de efecto invernadero chinas aumentaron un 40%. Actualmente, las emisiones de CO2 en el mundo ya aumentan al 3% anual y se doblarán en poco más de veinte años, en lugar de bajar a la mitad como deberían. La pregunta acerca de cómo saldremos parados de esta nueva explosión crematística, tiene sentido.
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postscriptum
A días del XVII Congreso del Partido Comunista
Hu Jintao quiere cambios en la estructura económica
El presidente de China aseguró que su país cambiará el foco de sus exportaciones "desde la cantidad a la calidad"
PEKIN (EFE).- El presidente chino, Hu Jintao, aseguró que la cuarta economía del mundo proseguirá su integración internacional y cambiará el foco de sus exportaciones "desde la cantidad a la calidad", en un discurso del que se hizo eco hoy la prensa estatal. Hu, que habló a expertos economistas del Partido Comunista de China (PCCh), explicó que el país debe intentar cambiar su estructura de comercio exterior, exportando e importando productos de mayor calidad en lugar de promocionar una mayor cantidad de exportaciones. El mandatario destacó que el país, habituado a recibir inversión exterior, intentará apoyar que empresas chinas inviertan en el extranjero. Por otra parte, el Gobierno chino atenderá cuestiones que preocupan a la comunidad internacional, como la calidad de sus exportaciones, la protección medioambiental -junto a la responsabilidad de China en el cambio climático- y la lucha contra la piratería. El país, señaló el presidente chino, "necesita impulsar su seguridad económica para afrontar la intensa competencia global". Analistas del diario independiente "South China Morning Post" señalaron que, aunque las palabras de Hu no difieren mucho de las de discursos previos, son importantes por el momento en el que se han pronunciado, a escasos días del decisivo XVII Congreso del Partido Comunista de China. En el congreso se elegirán los líderes del PCCh para los próximos cinco años y se prevé una nueva pugna entre conservadores y reformistas por consolidar sus teorías económicas en el seno del partido. La generación de líderes encabezada por Hu opina que han de moderarse las teorías económicas de sus antecesores Deng Xiaoping y Jiang Zemin, en las que el desarrollo de la economía estaba por encima de todo, para poner en marcha políticas más sociales con el fin de frenar el descontento entre los sectores desfavorecidos.
Hu Jintao quiere cambios en la estructura económica
El presidente de China aseguró que su país cambiará el foco de sus exportaciones "desde la cantidad a la calidad"
PEKIN (EFE).- El presidente chino, Hu Jintao, aseguró que la cuarta economía del mundo proseguirá su integración internacional y cambiará el foco de sus exportaciones "desde la cantidad a la calidad", en un discurso del que se hizo eco hoy la prensa estatal. Hu, que habló a expertos economistas del Partido Comunista de China (PCCh), explicó que el país debe intentar cambiar su estructura de comercio exterior, exportando e importando productos de mayor calidad en lugar de promocionar una mayor cantidad de exportaciones. El mandatario destacó que el país, habituado a recibir inversión exterior, intentará apoyar que empresas chinas inviertan en el extranjero. Por otra parte, el Gobierno chino atenderá cuestiones que preocupan a la comunidad internacional, como la calidad de sus exportaciones, la protección medioambiental -junto a la responsabilidad de China en el cambio climático- y la lucha contra la piratería. El país, señaló el presidente chino, "necesita impulsar su seguridad económica para afrontar la intensa competencia global". Analistas del diario independiente "South China Morning Post" señalaron que, aunque las palabras de Hu no difieren mucho de las de discursos previos, son importantes por el momento en el que se han pronunciado, a escasos días del decisivo XVII Congreso del Partido Comunista de China. En el congreso se elegirán los líderes del PCCh para los próximos cinco años y se prevé una nueva pugna entre conservadores y reformistas por consolidar sus teorías económicas en el seno del partido. La generación de líderes encabezada por Hu opina que han de moderarse las teorías económicas de sus antecesores Deng Xiaoping y Jiang Zemin, en las que el desarrollo de la economía estaba por encima de todo, para poner en marcha políticas más sociales con el fin de frenar el descontento entre los sectores desfavorecidos.
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