miércoles, 14 de noviembre de 2007

383/Retinas - Visión ética, no moral, requiere la discusión sobre aborto y eutanasia - Por Carolina Gómez Mena

No se trata sólo de decidir cómo morir, sino de cómo no se quiere vivir, opina Asunción Álvarez del Río. La especialista de la UNAM considera que se debe reflexionar si la medicina prolonga el sufrimiento. Se acabó el modelo paternalista en donde la respuesta sólo la tenía el médico, agregó.
Los esfuerzos por avanzar legalmente en temas como la eutanasia, el aborto y la selección de embriones, topan en muchas ocasiones con los criterios para valorar las eventuales iniciativas partiendo de la moral y no de la ética, planteó Asunción Álvarez del Río, profesora investigadora de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) e integrante del Colegio de Bioética.
De acuerdo con la experta, dichos temas no deben ser abordados desde un punto de vista moral, sino desde la perspectiva de la ética y agregó que ambos aspectos generalmente tienden a ser confundidos o tomados como sinónimos por la mayor parte de la población.
“Hay que entender la diferencia: ética implica reflexión, elección y libertad, y la moral es apegarse a lo que la sociedad dicta, a lo que las normas dicen que está bien o mal, de manera que se puede ser muy moral y al mismo tiempo no ser ético o al revés. Temas como el aborto, la selección de embriones y la eutanasia no competen a la moral, competen a la ética. La bioética engloba muchos principios, entre ellos el respeto a la libertad de las personas para tomar decisiones”, explicó.
Álvarez participó en el undécimo Seminario de Ciencia, Tecnología y Sociedad, organizado por el Fondo de Cultura Económica (FCE), la Secretaría de Desarrollo Institucional de la UNAM y la Academia Mexicana de Ciencias.
Modelo paternalista
La primera vez que se mencionó la palabra bioética fue en 1970 por el doctor en bioquímica y oncólogo Van Rensselaer Potter, en su artículo Bioética, la ciencia de la supervivencia y agregó que ésta puede entenderse como “el estudio sistemático, pluralista e interdisciplinario de las cuestiones éticas surgidas de las ciencias de la vida y de las relaciones de la humanidad consigo misma y con la biosfera”.
Destacó que los avances científicos y sociales son los que han hecho que sea la bioética la que deba pronunciarse sobre ciertos aspectos; ya no es sólo el médico, por ejemplo, el que tiene que pronunciarse sobre algunos tópicos. “Se acabó el modelo paternalista en donde la respuesta sólo la tenía el médico”, comentó.
Ahora en temas como decidir cuándo morir, esta ciencia es primordial y subrayó que por la importancia de los asuntos sobre los que se pronuncia es que tiene ciertas características puntuales
Debe ser interdisciplinaria y racional, es decir “debe haber argumentos para decidir qué está bien o mal; laica, porque no puede estar basada en una sola confesión, si fuese así se excluye a todos los demás; es pluralista porque admite posiciones diferentes y las respeta; es mediadora porque reconoce diferencias, y es práctica, porque no es una reflexión abstracta, sino que se aplica a problemas muy concretos y reales”.
En opinión de Álvarez del Río, cuando algo está “catalogado como malo por doctrinas morales”, allí acaba la posible reflexión, la cual es fundamental en la ética. Por ejemplo la eutanasia mirada desde la moral, “es igual a matar y por tanto es mala, ahí se cerró la posibilidad de una reflexión sobre la realidad tan difícil de enfrentar de una persona de mantenerse viva, aunque la vida que tiene le resulte indigna; aquí no se trata sólo de decidir cómo morir, sino de decidir cómo no quiero vivir; implica elegir sobre el final de nuestra vida”, planteó.
Tras definir la eutanasia como “el acto o procedimiento que aplica un médico para producir la muerte de un paciente sin dolor, a petición de éste para terminar con su sufrimiento”, la especialista comentó que este tema en México debería discutirse, así como se hizo en otros países. Citó lo ocurrido en Holanda –nación que legalizó la eutanasia–, Bélgica y el caso de Oregon, en Estados Unidos, el único estado en que está permitido el suicidio médico asistido (en esta modalidad quien termina con su vida es el paciente no el médico).
Álvarez del Río expuso que para muchos expertos es claro que “la medicina está para curar y sanar, no para alargar la vida cuando se sabe que nada resultará, hay ocasiones en que se prolonga el sufrimiento” y en este sentido expresó que para muchos pacientes con enfermedades terminales dolorosas “vivir es peor que morir, porque la vida puede ser maravillosa, pero también puede ser intolerable”.

martes, 13 de noviembre de 2007

382/Entre Vista - "América Latina es el hogar de los movimientos populares más significativos del mundo" - a Noam Chomsky

Fernando Bossi

Chomsky abarca distintos temas relacionados con el papel de EE.UU. en Nuestra América, su hegemonía y asimismo, da su opinión sobre el futuro de los pueblos que hoy luchan por su verdadera independencia.
Noam Chomsky nació en 1928 en Filadelfia, Pensilvania, EE.UU. En la Universidad de Pensilvania estudió filosofía y lingüística, donde se doctoró en 1955. Es doctor honoris causa de más de 30 universidades, entre ellas, las de Londres, Chicago, Georgetown, Buenos Aires, Columbia, Pisa, Harvard y Nacional de Colombia.
Su actividad como militante de la izquierda intelectual es reconocida internacionalmente. Durante la guerra de Vietnam se destacó como firme opositor a la misma, lo que fue el inicio de su trascendente postura crítica contra el sistema gubernamental estadounidense.
En su trabajo académico e intelectual se adentra en los terrenos de la lingüística, la comunicación, la política, la economía y la sociología. Su obra, la mar de prolífera, comprende más de treinta libros donde expone tanto su teoría lingüística (es reconocido como el padre de la gramática generativa transformacional) como su crítica al sistema, además de cientos de artículos de análisis político en los cuales analiza los mecanismos de censura y las debilidades del sistema democrático en el campo de la comunicación.

Chomsky abarca distintos temas relacionados con el papel de Estados Unidos en Nuestra América, su hegemonía y asimismo, da su opinión sobre el futuro de los pueblos que hoy luchan por su verdadera independencia.
Fernando Bossi: La opinión pública mundial es un campo de batalla donde muchas veces, y en los últimos años principalmente, las políticas imperialistas de los Estados Unidos han sufrido severas derrotas. El caso de la invasión a Irak es un ejemplo. Ahora, ¿qué otros casos usted podría mencionar? y ¿cómo analiza usted el hecho que si bien la opinión pública internacional se manifestó adversa a la invasión estadounidense a Irak, ésta no pudo evitarla?
Noam Chomsky: La administración Bush ha sido sorprendente en su capacidad para antagonizar la opinión mundial, asunto tras asunto. Como muestran las encuestas internacionales habituales, el miedo y a menudo el odio hacia Estados Unidos se ha elevado paulatinamente durante los años de Bush, a alturas notables -aunque las encuestas más cuidadosas revelan que el miedo y el odio son dirigidos contra la política, no hacia la población o la sociedad-. Los casos más allá de Irak pueden ser seleccionados casi al azar. Tomemos Líbano, donde «hace un año las proporciones que vieron a Estados Unidos favorablemente (40 %) e infavorablemente (41 %) estaban casi niveladas» (Encuesta Gallup). Hacia septiembre-octubre de este año, Gallup encontró que «el doble de los libaneses está ahora inclinado a expresar probablemente una opinión negativa total contra Estados Unidos (59 %) como uno positivo (28 %). Casi la mitad de los libaneses (47 %) va tan allá como para decir que ellos tienen una ‘muy desfavorable’ opinión de Estados Unidos». La razón, desde luego, fue el ataque salvaje de verano que destruyó la mayor parte de Líbano una vez más, y que los libaneses, correctamente, lo consideran como una invasión Estados Unidos-Israelí.
La administración también ha tenido éxito en antagonizar la opinión de la élite en su propia casa. La crítica dentro de la corriente principal de la élite ha sido de una dureza sin precedentes. En los círculos más respetados dentro de la erudicción estadounidense y de análisis político, Bush ha sido condenado por seguir el curso del fascismo japonés (Arthur Schlesinger) y conducir al mundo hacia «el juicio final» o hasta «el pronto Apocalipsis» (John Steinbrunner, Robert McNamara). Un comentarista distinguido, que escribe en el diario más moderado y respetable del país, acusa a los asesores jurídicos de Bush por «la articulación, de parte de la administración Bush, de una visión de la autoridad presidencial que está del todo muy cercana al poder que Schmitt estaba dispuesto a conceder a su propio Führer», refiriéndose a «Carl Schmitt, el principal filósofo alemán en jurisprudencia durante el período Nazi y la verdadera eminencia gris de la administración» (Sanford Levinson, en el diario de la Academia Americana de Artes y Ciencias). Y es fácil seguir. Palabras como estas son escuchadas rara vez en el corazón del Establishment.
La oposición global por la invasión de Irak fue aplastante. En Europa, el apoyo llegó escasamente hasta el 10 %. Esta era también la primera vez en siglos de Imperialismo Occidental que una guerra fue protestada masivamente- en Estados Unidos también - antes de que hasta oficialmente fuera iniciada (aunque descubrimos de documentos británicos escapados a la luz pública, que estaba ya en camino, contrario a las mentiras piadosas de Blair y Bush). Si las protestas hubieran sido sostenidas, es dudoso que Washington pudiera haber procedido. Pero las protestas no continuaron, al menos en un nivel suficientemente visible y enérgico. El poder centralizado sistemáticamente desatiende la opinión pública cuando se incurre en poco coste. Es muy fácil de ilustrar, a través de la historia. Sólo para revisar algunos ejemplos actuales, 2/3 de los americanos favorecen las relaciones diplomáticas con Cuba, números que han sido bastante estables ya que la encuesta comenzó hace 30 años (Gallup). La organización principal que supervisa actitudes públicas sobre asuntos internacionales encontró en noviembre que «una gran mayoría (75 %) prefiere tratar ‘de construir mejores relaciones’ con Irán, antes que ‘presionarlo con amenazas implícitas como que Estados Unidos puede usar la fuerza militar contra ellos’ (22 %)» (Programa sobre Actitudes Internacionales de Política). Tales resultados, que son usuales, tienen poco efecto sobre la política a no ser que las opiniones sean manifestadas en una manera que genere costes para el poderoso. En gran parte de las sociedades despolitizadas, en las cuales el pueblo siente que no puede desempeñar ningún papel serio en asuntos políticos, los centros de poder tienden a concluir que pueden actuar como prefieran.
Fernando Bossi: ¿La actual hegemonía estadounidense a nivel planetario, será reemplazada por otra de características similares o existen posibilidades de avanzar hacia un mundo multipolar?
Noam Chomsky: Por ahora, la hegemonía americana descansa sobre bases inseguras. Al final de Segunda Guerra Mundial, los hechos fueron diferentes. Estados Unidos tenía literalmente la riqueza de la mitad del mundo y seguridad y poder incomparables. Los líderes políticos estaban bien conscientes de esto, y desarrollaron proyectos sofisticados para controlar la mayor parte del mundo bajo sus intereses – lo que significó, esencialmente, los intereses de grupos dominantes nacionales, principalmente el sector corporativo, para entonces moviéndose a su etapa multinacional. Como explicó más tarde el Departamento de Comercio de Reagan, el Plan Marshall «preparó el escenario para la inversión privada directa de grandes cantidades en Europa desde Estados Unidos», trazando el trabajo preliminar para las Corporaciones Transnacionales que cada vez más dominan la economía mundial. Esto era «la expresión económica» del «marco político» establecido por los planificadores de la posguerra, mientras «el negocio americano prosperó y se amplió bajo instrucciones de ultramar... abastecido al principio por los dólares del Plan Marshall» y protegido «de acontecimientos negativos» por «la sombrilla del poder americano» (Business Week, 1975).
Pero esa «edad de oro» de la intervención de Estado en la economía internacional fue desafiada según las economías industriales se recuperaron del desastre del tiempo de guerra, y la descolonización cambió el carácter del control global. Por los años 70, la participación de Estados Unidos en la riqueza global había declinado cerca de 25% — aproximadamente su nivel en la preguerra — y la economía internacional era «tripolar», con tres regiones aproximadamente comparables: Norteamérica, Europa, Asia, con Japón como base. En aquel tiempo las reglas neoliberales fueron impuestas donde fue posible, conduciendo sistemáticamente al desastre económico donde las reglas fueron seguidas (notablemente América Latina) mientras el crecimiento muy rápido ocurrió donde no hicieron caso de ellas (notablemente Asia Oriental). India y China están retornando lentamente a un papel importante en el mundo, aunque es poco probable que logren algo como su estado mundial antes de las conquistas europeas, cuando ambos países fueron los centros comerciales e industriales del mundo. Estados Unidos se mantiene como la economía más rica del mundo, con ventajas sin par, pero ya no reina en supremacía.
El bienestar a largo plazo de la economía también ha enfrentado serios embates por la administración Bush, que un desconcertado observador marciano pudiera concluir se dedica a perjudicar a la población de Estados Unidos tan seriamente como sea posible - aparte de los muy ricos, que están prosperando con enorme empuje. Para citar solamente un ejemplo actual, los interventores de la Oficina de la Responsabilidad del Gobierno acaban de divulgar que las responsabilidades totales y las comisiones flotantes del gobierno se elevaron a cerca de $50 trillones, por encima de $20 trillones cuando Bush tomó posesión del cargo. Es uno de los muchos severos legados dejados a las futuras generaciones.
En una dimensión, Estados Unidos reina soberano: Poder militar. Sus gastos militares son aproximadamente iguales a aquellos del resto del mundo combinado, y tecnológicamente es más avanzado, y ahora moviéndose adelante para militarizar el espacio con la oposición casi unánime en las Naciones Unidas, además de analistas estratégicos, que advierten que estos pasos aumentan considerablemente la amenaza «del juicio final».
Sin embargo, la capacidad para controlar por la violencia ha estado disminuyendo. Irak es un ejemplo. Si Estados Unidos falla en mantener el control de Irak, el asimiento de parte de Estados Unidos de los principales recursos de energía del mundo podría ser amenazado, un golpe contundente a los principios fundamentales de la política global. América Latina es otro ejemplo, en este caso uno de profunda preocupación para Estados Unidos no sólo por lo material, sino también por motivos ideológicos. Si Estados Unidos no pudiera controlar a América Latina, el Consejo Nacional de Seguridad determinó hace años que, no podría esperar «alcanzar un dominio exitoso en otra parte del mundo».
No hay ninguna perspectiva plausible de surgimiento de otro poder hegemónico, y hay al menos aperturas para la posibilidad que los pueblos del mundo sean capaces de tomar un control mucho más significativo de su propio destino.
Fernando Bossi: «Otro mundo es posible», es la consigna del Foro Social Mundial. ¿Cómo usted se imagina ese otro mundo posible y sobre qué ejes se podría construir?
Noam Chomsky: A través de la historia ha sido cierto que «otro mundo es posible», y la posibilidad ha sido llevada a cabo consecuentemente, al menos en parte. Es por eso que no vivimos conforme a las reglas de reyes o señores feudales, o toleramos la esclavitud y otras prácticas inhumanas, y por qué hubo, con el tiempo, éxitos sustanciales en la extensión de la justicia y la libertad. Voces de privilegiados han proclamado periódicamente «un final de la historia» en una utopía de los amos, y siempre han probado ser incorrectas. No hay ninguna razón de por qué este largo proceso histórico debiera llegar a un final. Constantemente hay nuevos desafíos, pero gracias a las luchas de nuestros precursores, éstos pueden ser enfrentados a un nivel más elevado que antes. ¿Cómo? Si hubiera alguna fórmula mágica, alguien seguramente nos habría dicho sobre ella. Los únicos caminos conocidos son aquellos que han sido usados en el pasado, a menudo con bastante eficacia. De manera consistente, la libertad y la justicia no han sido regalos concedidos desde arriba, sino más bien derechos ganados desde abajo, por la lucha popular y el compromiso, tomando muchas formas diferentes, como el cambio de las circunstancias y de objetivos, sin una fórmula fija.
Incluso, aunque muy a menudo no haya sido claramente articulado, podemos, pienso, discernir que un principio fundamental que ha motivado a los participantes en estas luchas es que la autoridad y dominación y la jerarquía no se «autojustifican». Llevan una carga pesada de prueba. Deben demostrar que son legítimos, y si fallan en hacerlo, que es generalmente el caso, deberían ser desmantelados, como se ha hecho en el pasado. Hay un largo camino por andar en esta búsqueda de una existencia humana digna, y la oportunidad amplia de llevarla hacia adelante.
Fernando Bossi: La agresiva política exterior de los Estados Unidos se sostiene también sobre un apoyo significativo de su propia ciudadanía ¿es correcta esta afirmación?, de ser así ¿es posible en estos momentos revertir esa tendencia? ¿Qué rol ocupará en un futuro, según su criterio, el bloque Latinoamericano Caribeño de Naciones? ¿Qué valor estratégico le otorga a la unidad de países de América Latina y el Caribe? ¿Se concretará en el siglo XXI el sueño de Simón Bolívar?
Noam Chomsky: El término «tolerancia» es generalmente más exacto que «apoyo». Ha habido épocas de verdadero apoyo a la política extranjera: por ejemplo, durante la Segunda Guerra Mundial. Pero el apoyo es generalmente tibio, y tiene que ser despertado espantando a la población con las imágenes de demonios alrededor para destruirnos, alcanzando a veces proporciones que serían cómicas si los efectos no fueran tan trágicos. Por ejemplo, en 1985, cuando Reagan, temblando en sus botas de vaquero, declaró una Emergencia Nacional en el miedo por las hordas nicaragüenses que estaban solamente a dos días de viaje de Harlingen, Texas. Es bastante usual para el público oponerse a la política exterior, como en los casos que mencioné: Cuba e Irán. Y hay muchos otros. El abismo entre la opinión pública y la política pública es muy grande. Ambos partidos políticos están muy a la derecha de la población sobre una multitud de cuestiones primordiales, una razón de porqué las elecciones tienen que ser controladas de tal modo para evitar discusiones y enfocar en imágenes e ilusión. Las elecciones son controladas por las mismas instituciones que venden el dentífrico y automóviles con anuncios de TV, y mercadean a los candidatos de igual modo. Uno no espera aprender sobre una materia de un anuncio de TV, bien sea que lo que se esté mercadeado fuese un dentífrico o un candidato.
Hay poca duda que la tolerancia o el apoyo basado en el miedo fabricado pueden ser invertidos, como ha sucedido en el pasado. Pero tales acontecimientos no ocurren por sí solos. Requieren la acción concertada, y la solidaridad internacional - que, afortunadamente, en años recientes se ha elevado por entero a nuevos niveles, un desarrollo muy prometedor, simbolizado por los movimientos de solidaridad, los foros sociales, y mucho más.
Volviendo a América Latina, Centroamérica al menos temporalmente ha sido sometida por el terror Reaganita. México siempre ha sido sumamente volátil. En 1990, un Taller de Desarrollo de Estrategia de la América Latina en el Pentágono 1990 encontró que las relaciones estadounidenses con México eran «extraordinariamente positivas», aunque los participantes expresaran preocupaciones tales como que «una apertura democrática» en México podría poner a prueba la relación especial al llevar a la dirección un gobierno más interesado en «desafiar a Estados Unidos en los argumentos económicos y nacionalistas». Un objetivo primario del Tratado de Libre Comercio (NAFTA) era «encerrar a México» dentro de las reformas neoliberales de los años 1980, que tenían sus consecuencias habituales, de modo que incluso si una temida «apertura democrática» ocurriera, los esfuerzos populares para «desafiar a Estados Unidos sobre razones económicas y nacionalistas» serían impedidos según las obligaciones del tratado, y según las disposiciones económicas y sociales que NAFTA institucionalizaría. Pero aquella contienda está lejos de terminar.
Desde Venezuela a Argentina, América Latina ha estado sacudiéndose el control, y por primera vez desde las conquistas españolas está moviéndose hacia adelante en lo que podría ser la exitosa integración, un requisito previo para la independencia significativa. Ambos de los instrumentos tradicionales de predominio han estado perdiendo su eficacia: violencia y control económico. Y América Latina comienza a llegar a acuerdos en algunos de sus terribles problemas internos. Los siglos de predominio imperial dejaron las sociedades que en gran parte fueron separadas una de la otra, pero también bruscamente escindidas internamente, con una pequeña élite rica, típicamente blanca, orientados hacia el Oeste antes que a la región y con poco interés por la población nacional.
Los contrastes con el Asia Oriental en varias décadas pasadas son instructivos. América Latina es mucho más rica en recursos, pero se ha quedado muy atrás. Más bien generalmente, a partir de los años 1980 América Latina ha sido un estudiante fiel de las máximas neoliberales, y la vasta mayoría ha sufrido; Asia Oriental en gran parte no hizo caso de ellas, y se desarrolló. América Latina lidera al mundo en la desigualdad; Asia Oriental ha sido relativamente igualitaria. América Latina estaba más abierta a la inversión libre extranjera y a la importación de objetos de lujo para el rico, lo que algunos analistas han llamado «el encanto del extranjero». En Asia Oriental la inversión fue dirigida por la política nacional, que también insistió en la transferencia de tecnología, y las importaciones fueron enfocadas en bienes de capital para el desarrollo. El desarrollo económico latinoamericano permanece en gran parte concentrado en la exportación de bienes primarios, mientras Asia Oriental ha planificado su subida en la escala del desarrollo con la manufactura y avanzó en la tecnología en mucho mayor grado. Por estos y otros motivos el modelo de desarrollo ha sido drásticamente diferente.
Pero las cosas están cambiando. América Latina es el hogar de los movimientos populares más significativos del mundo. Hay un despertar de las poblaciones indígenas. Éstas son fuerzas poderosas para la democratización, justicia social, e independencia y progreso económicos. Por estos y muchos otros medios, Sudamérica se ha convertido en la región más apasionante del mundo. En parte como una consecuencia de su larga lucha contra la dominación extranjera, América Latina, en el pasado, ha conducido al mundo en el progreso hacia la justicia social y derechos humanos. El Nuevo Trato de Roosevelt estuvo inspirado en parte por la jurisprudencia latinoamericana liberal y la rebelión contra la autoridad impuesta. La Declaración de Derechos Humanos de las Naciones Unidas es un punto significativo de referencia para el progreso, lejos todavía de alcance, pero no menos relevante en articular y en guiar las aspiraciones. Su enfoque sobre derechos sociales, económicos y culturales debe mucho a iniciativas latinoamericanas en la formulación de la Declaración. Las palabras pueden adquirir un significado más rico por las nuevas fuerzas sociales que están emergiendo.
Los pasos hacia la integración están vacilantes, pero son prometedores: dos ejemplos, sólo hace pocas semanas, la Conferencia de Líderes Sudamericanos en Cochabamba y los pasos adelantados hacia un Parlamento Mercosur en Brasilia un poco después.
Los asuntos humanos son notablemente difíciles de predecir — por una razón, porque los resultados dependen fuertemente de la voluntad y la elección.
Podemos mirar esto como un pronóstico optimista.

381/Trastienda - La cátedra tradicional, rezagada ante el avance del conocimiento - Por: Isaac Torres Cruz

El modelo educativo catedrático heredado desde los griegos se ha convertido en un sistema insuficiente en el proceso de aprendizaje, y aunque distintos países emplean modificaciones pedagógicas actualmente, México sigue enfrascado en él, señaló Raúl Alva, investigador de la UAM.
El especialista en educación superior en ciencias agregó que el modelo escolar que posee el país es muy rígido, sobre todo si se ubica dentro de un contexto del pensamiento científico moderno.“Nos hemos sentado cómodamente en la cátedra durante años, desde el inicio de la educación formal aristotélica hasta el desarrollo de la escuela moderna escolarizada que fundó Juan Bautista de la Salle, y que perdura hasta el día de hoy “. Para el académico no hay duda que con este modelo la humanidad avanzó, “todos llagamos al día de hoy por ese camino”, sin embargo sostiene que fue mientras el alcance del conocimiento científico aún era reducido en comparación al actual.“La acumulación de conocimiento actual que crece junto con la investigación humana, crea un universo de información tan grande que supera los límites del sistema escolarizado, por lo que éste no funciona igual que en la época en que ese universo era más limitado”. Apuntó que exponer esa cantidad de conocimiento en un espacio escolarizado, físico y cronológico, dentro de un plan de estudios “es titánico”, por lo que deben emplearse nuevos mecanismos de enseñanza centrados en el aprendizaje del alumno con ayuda de modelos experimentales.“En el caso de secundaria lo entendieron al revés y decidieron que era mejor quitar materias en vez centrarse en las necesidades del alumno; hace falta mucha investigación educativa a partir de este nivel. En México casi no se ha hecho nada”. El especialista sostiene que se debe dejar de lado el modelo lasallista y reconocer que el sujeto principal de la educación es el alumno (no el profesor) y que el objetivo primordial de la educación es el aprendizaje (más que la enseñanza).ENSEÑAJE. Para Raúl Alva la educación es un proceso psiconeurológico que consta de dos entes que se han mantenido históricamente separados en el modelo lasallista: la enseñanza y el aprendizaje.“En el modelo que se sigue utilizando, el profesor enseña pero no siempre tiene un efecto sobre el aprendizaje”. El especialista explicó que ante la división de estos dos entes, surgió un modelo en los años cincuentas que tiene la capacidad de retroalimentar ambos, pero centrados en las necesidades del alumno: el “enseñaje”.“La educación es un proceso comunicativo en el que el profesor envía un mensaje pero también puede recibirlo del alumno (si está durmiendo por ejemplo) y si el docente es capaz de entenderlo y trabajar sobre él, también será él quien aprenda. Entonces el alumno también enseña”. “De acuerdo con el enseñaje estos entes son inseparables en el proceso educativo”.El investigador señala que la UAM Iztapalapa es una de las pocas instituciones donde se emplean este tipo de sistemas modales en el aprendizaje, donde los profesores promueven actividades de enseñanza-aprendizaje y los estudiantes participan en diferentes dinámicas que enriquecen el proceso educativo. “Es fundamental hacer al alumno participe activo de su propia formación”.Nuevas tecnologías contribuyen a modificación de sistemas educativosz/b>Actualmente, las nuevas tecnologías de la información han dado paso a la convergencia de los modelos educativos y replantean los procesos de aprendizaje en las aulas, señaló Adolfo Chacha, director de servicios para la formación de la Universidad Iberoamericana (UIA).“Desde el nacimiento de internet crecieron las reflexiones sobre el papel de la universidad en la sociedad del conocimiento. Es el caso que hoy en día la comunicación entre profesor y alumno ha tomado otro rumbo a raíz de las tecnologías de la información”.El académico apuntó que actualmente sólo basta con que el docente utilice blogs y podcast para comunicarse con sus alumnos, sin la rigidez del modelo educativo presencial que ha imperado por años.“Este tipo de procesos educativos han sido bien recibidos por diversas instituciones debido al intercambio enriquecedor entre alumno y profesor, mismo en el que los estudiantes ya no dependen de un espacio físico para su formación”.Con motivo del primer Coloquio Nacional sobre Innovación Educativa en la Sociedad del Conocimiento, organizado por la UIA, Adolfo Chacha apuntó que si bien la tecnología no garantiza el mejoramiento de la educación, se ha convertido en una herramienta muy importante.“Herramientas como internet han enriquecido los modelos educativos en sus diferentes niveles, difícilmente se podrá prescindir de ellas.COLOQUIO. El académico de la UIA impartirá la conferencia “Uso de tecnologías de información en la educación”, durante el coloquio que se llevará a cabo el próximo 16 de Noviembre en las instalaciones del IPN Zacatenco.Dicho evento revisará las propuestas de diversas universidades pertenecientes a la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior, (ANUIES). “Este tipo de coloquios es actualmente uno de los caminos para intercambiar ideas, conceptos y necesidades, que posteriormente mejorarán la educación”, concluyo Chacha. (Isaac Torres Cruz es columnista de La Crónica, Mñexico).

380/Tendencias - Espacio público y democracia de mercado - María Toledano

Un fantasma recorre, hambriento, la democracia de mercado. Por las fronteras transitan desvalidos y mercancías precintadas, pasaportes sin lustre y capitales fijos y circulantes. La geografía del petróleo, ahora política internacional, es un arma para la guerra: escuadras y cartabones puntiagudos.
Bajo la furia de los neones, el consumo y la mercadotecnia (la ideología del presente continuo, el discurso sentimental, circular y vacío), vivimos, como dice G. Agamben, en un estado de excepción permanente. El marco constitucional que regula los derechos -si acaso existen fuera de la formalidad jurídica de la norma- es de cristal. En este contexto, definido el neoliberalismo como "una teoría de prácticas político-económicas que afirma que la mejor manera de promover el bienestar del ser humano consiste en no restringir el libre desarrollo de las capacidades y libertades empresariales del individuo dentro de un marco institucional caracterizado por derechos de propiedad privada fuertes, mercados libres y libertad de comercio" (David Harvey, Breve historia del neoliberalismo, Akal, 2007), la apelación a lo público, al lugar de convivencia e igualdad, no deja de ser una ironía o, en el peor de los casos, una trampa. La confusión entre lo público y lo colectivo se extiende. Tengo ya 78 años y he visto morir a muchos amigos que distinguían con claridad los dos conceptos. Eran tiempos de ideas y cajas de resistencia. Los fantasmas modernos, zombis en el paraíso, arrastran hipotecas -relucientes bolas de hierro- por los hipermercados. Han conseguido, capitalismo popular inmobiliario, que seamos propietarios, unidades económicas independientes sometidas a sus relaciones de poder y dominación, seres a merced del euribor, la precariedad laboral (y emocional) y los psicofármacos.
La socialdemocracia -a diferencia del neoliberalismo- lleva tiempo preocupada por la necesidad de armonizar espacio público y capitalismo. Su principal objetivo es la paz social, la estabilidad que permita preservar el modelo de explotación sin que los efectos negativos repercutan en su agenda de gobierno. Cuando alcanza el poder, su cálculo del consenso -herencia de las luchas sindicales europeas de los años 60 y 70, el pacto capital-trabajo que presidió Europa- le incita, ya que no desea alterar las reglas, a extender, en el caso español es evidente, derechos sociales (legítimos) a grupos minoritarios con cierta cuota de representación a cambio de privatizar con discreción, levantar algún hospital frente a las desregulaciones, elevar, con porcentajes ridículos, las pensiones mínimas y crear guarderías en barrios marginales concediendo, al tiempo, subvenciones a colegios con ideario de Legionario. Migajas políticas, diezmos laicos. Ocupado el cuerpo social en estériles polémicas, las redes macroeconómicas se hacen cada vez más tupidas. La confusión semántica avanza. Llaman "público" a los servicios generales, la intendencia básica de la comunidad: sanidad, educación y transporte. El término "colectivo" ha desaparecido del vocabulario. Cada vez que el complejo tecnológico-militar acelera el ciclo del turbocapitalismo (la expresión es de Luttwak), la socialdemocracia apela a la conservación del dominio público como si se tratara de proteger una reserva natural: flora y fauna. Pese a la apariencia de libertad, el modelo económico de intercambio entre empresas y naciones diseñado por el capitalismo financiero -al principio fue el verbo, Bretton Woods, 1944- constituye la única realidad posible. Afirmar que la democracia es incompatible con el capitalismo -como se demuestra en infinidad de países- les parece una excentricidad radical. En este territorio de progresía, aeropuertos internacionales, aristocracia obrera, segundas residencias y EPS encuentra la socialdemocracia su tradicional bolsa de votos. Los conservadores, más proclives al modelo liberal puro, apelan al autoritarismo, el orden, los valores de la familia, la religión y la eficacia.
Como es sabido, neoliberales y socialdemócratas tienen, en los sistemas de partidos, infinidad de puntos en común. Ambos patrones de gestión atentan contra lo común, contra la construcción de identidades comunitarias, contra el tejido socio-asociativo cercenando, de hecho, la resistencia. Los beneficios bancarios crecen cada año y los medios de comunicación lo celebran con algarabía y despliegue fotográfico. Parece ser síntoma inequívoco de la salud de las naciones. Los antiguos sindicatos de clase se han convertido en gestores de servicios y los partidos de la izquierda transformadora, tras su renuncia a la revolución, pasean por los pasillos de la historia parlamentaria la espera de pactos y prebendas. Leo Decidme cómo es un árbol (Umbriel-Tabla Rasa, 2007), las memorias del poeta Marcos Ana, 23 años en las cárceles franquistas. Por sus páginas desfila una forma determinada y valiente de mirar el mundo. Marcos Ana siempre supo, como tantos olvidados, la diferencia entre lo público y lo colectivo. Aquellos que defendemos lo común, lo colectivo y comunista (Ecce comu, en palabras de Gianni Vattimo), somos piezas de museo, arqueología del siglo XX. Derrotados por el neoliberalismo, confío en que, restos del naufragio, seamos útiles para levantar, con la ayuda del movimiento altermundista, la mitopoiesis creativa y espontánea del porvenir. De lo contrario, cualquier día nos darán medallas por haber tragado sin protestar -falsa dignidad de muerto- todas sus reformas en beneficio de la sofisticada y plural democracia de mercado.

María Toledano es filósofa y colaboradora de www.rebelion.org

379/Polis - Las tres izquierdas - Hebert Gatto

Cuando días pasados dos dirigentes bancarios se tomaron a golpes en plena sesión del Consejo Directivo de Banca Oficial se hizo manifiesto un conflicto ideológico que va más allá de ese sindicato en tanto cada uno de los involucrados pertenece a una de las corrientes que actualmente dividen a la izquierda uruguaya.
Uno a la tendencia radical, el otro a la alianza de Comunistas y MPP, mientras, como mediadores oficiaron los denominados frentistas moderados (Asamblea Uruguay, Vertiente, etc.)
El conflicto, tiene viejas raíces y algunos nuevos actores, pero sigue resultando clave para el futuro de la izquierda en un período en que, aun con éxitos electorales, no logra estabilizar su deriva.
El primer grupo, el de los actuales radicales o "ultras", se corresponde con la que fue la principal corriente del ideario sesentista, encarnada inicialmente por la guerrilla del MLN - Tupamaros y luego, en un fenómeno de radicalización creciente, por el resto de la izquierda revolucionaria (socialistas, cristianos radicales, anarquistas con excepción de los comunistas).
Sus definiciones ideológicas básicas lo constituyeron un fuerte nacionalismo antinorteamericano unido a su confianza en la posibilidad de la rápida instalación, toma del poder mediante, de un socialismo a la cubana.
Actualmente, como minorías nostálgicas y sectarias, esta ideología la cultivan únicamente grupos radicales (Zabalza, 20 de Mayo, trotskistas, etc.), dentro y fuera del Frente Amplio, aunque con implante mayormente sindical. Su orgullo es la coherencia y la fidelidad.
El segundo grupo (comunistas y Movimiento de Participación Popular y algún sector del Partido Socialista) continúa, lo que no deja de ser paradójico, la vieja doctrina del Partido Comunista Uruguayo en la línea de Rodney Arismendi: socialismo clasista de orientación leninista a implantar cuando la madurez y posterior decadencia del capitalismo (en el país y en la región) lo permitan.
El latinoamericanismo político sustituye su anterior adhesión a Moscú.
Entretanto participa del gobierno, procurando que el mismo, en su práctica reformista, no se aleje de la meta socializante.
Para ello propugna: centralidad y fortaleza de un Estado interventor, políticas sociales de corte netamente asistencial y alianzas, de suyo transitorias, con la "burguesía nacional progresista".
El populismo, entendido como protagonismo del pueblo llano y el ambiguo "país productivo", junto a una dosis variable de pragmatismo a la Mujica, constituyen sus notas definitorias.
Actualmente, valida de un anticapitalismo postergado y un perfil antiliberal, es la corriente electoralmente mayoritaria y como tal maneja varios ministerios.
El tercer grupo, al que pertenece el Dr. Tabaré Vázquez, ha adquirido tardíamente orientación socialdemócrata, por más que en ocasiones lo confunda el respeto a sus antiguas convicciones y cierta conciencia culpable por haberlas abandonado. De allí, por ejemplo, su terrible ambigüedad en política exterior.
En este panorama, la lucha por la hegemonía en la fuerza política y en su difícil socio sindical, resulta fundamental para todos.
De cuál de las tres izquierdas se imponga, de qué modo y con qué concesiones y alianzas, dependerán las posibilidades del país en el futuro cercano.

378/Alkimia - Pa'los que me entienden - Robi

Debí tomarme unas vacaciones de blog, hacer otras cosas, esperarlas, mirar por encima del monitor, otro futuro.
Digo bien: esperaba.
Más traiciones, más caminos truncados.
Soledad que sólo rompe su amor, SU...
Una transa llegar al cumple de JO, sólo él me esperaba, como un complot previo a otras rebeldías, que avizoro, deseo y añoro. Llegué con ella, Na discriminó al choffer - viejo, sucio, fracasado -, Ny apenas me saludó, ni me trajeron a Ju.
Solo en una esquina, la nueva parejita, n... de Ale, poca bola - otras dos veces fue mejor, ahjora sólo me ofreció una pita que, desesperado por contactos, acepté -.
El regreso fue calamitoso. Dolorido, un posapié roto, gasto inútil.
Sólo ella conmigo, y Agu, vale la pena. Me atrasé. Física y anímicamente.
No volverá a suceder.
Te amo su.
Pa'los que me entienden, robi

martes, 30 de octubre de 2007

377/Polis - La sellada 25 - Pablo Khalil

Cuando Tabaré Vázquez asumió en la Intendencia de Montevideo formó una comisión presidida por su secretaria Azucena Berrutti para que revisara el procedimiento administrativo de la Intendencia con el fin de unificar trámites. Al realizar el seguimiento de los trámites la comisión se encontró con uno que no tenía ninguna lógica. El mismo consistía en que para terminar de tramitar un aforo el contribuyente debía bajar del piso 1 al subsuelo para que un funcionario le pusiera un sello. Se procuró saber quién y por qué había creado ese intrincado final de tramitación. Se confirmó que 25 años antes de que asumiera el Frente Amplio, el director de Hacienda de la época, “colocó” a un sobrino del interior la IMM. Apenas sabía leer y escribir y al tío se le ocurrió crear el trámite a los fines de trabajo para su sobrino. “La sellada 25”, como se le conocía en la jerga municipal de ese entonces, es un simple ejemplo de cómo se genera la burocracia a partir de necesidades concretas de jerarcas o gobiernos de turno que después permiten la creación de tecnicismos. Como los que la Corte Electoral aplicó al pedido de urnas de la IMM para realizar las elecciones del Presupuesto Participativo ciclo 2007 ejecución 2008 que se estará realizando el próximo 28 de octubre.El presupuesto participativo permite una vez más, que los vecinos prioricen por sufragio universal las obras que debe realizar la comuna en su zona de la ciudad. Antes del 10 de mayo se hicieron las diferentes propuestas desde las zonas. Los proyectos pasaron por un estudio técnico de viabilidad y el domingo próximo se pondrán a votación de la población del departamento para que voten quienes tienen más de 16 años. Se pueden elegir hasta tres propuestas por zona. El monto por cada zona es de tres millones de pesos uruguayos.
Las trabas burocráticas
El tecnicismo que la Corte Electoral aplicó para negar las urnas que habitualmente presta a toda institución publica o privada que se las pida para realizar cualquier tipo de elección, fue que la Corte presta las urnas para la votación de personas y en las elecciones de presupuesto participativo se votan propuestas y no personas. Por este tecnicismo la Corte Electoral que al igual que todos los organismos de contralor estatal siguen con la misma integración desde el año 2000, rechazó por seis votos a tres el pedido de la IMM de las urnas, 15 días antes de las elecciones. Sin embargo, por ejemplo, las urnas se ponen a disposición para los plebiscitos, en los que según sabemos, no se someten a voto personas lo cual desnuda claramente la utilización de un tecnicismo administrativo con fines político partidarios.
Yo me voy con AparicioLa muchachada del Partido Nacional venia reuniéndose con el gobierno para acordar la integración de este partido a los entes públicos, Tribunal de Cuentas y Corte Electoral, ya que según avala la Constitución de la República los entes estatales están formados por miembros del gobierno y de la minoría mayor del Parlamento nacional. Los integrantes de los organismos de contralor y de la Corte electoral deben contar a la hora de acceder al cargo con los votos de 3/5 del Parlamento.Es bueno aclarar, que si bien los miembros de la Corte Electoral son electos en forma directa en las elecciones nacionales para poder asumir deben contar con el aval del Parlamento.De hecho se toma de rehén al gobierno ya que mientras no se vote la integración de los diferentes organismos, será la del gobierno anterior presidido por don Jorge Batlle, por lo cual, los dos partidos, en especial el Colorado tiene mayoría en los organismos de contralor ( Tribunal de Cuentas y de lo Contencioso administrativo y Corte Electoral).Mientras tanto en los directores de los Entes asumieron sólo miembros de la mayoría, pertenecientes al partido de gobierno.El partido de Oribe usa esto para afirmar que el Uruguay vive una especie de “dictadura constitucional” ya que el gobierno no respeta la Constitución y las leyes, cuando son ellos los que quieren ponerle freno al gobierno y no respetan la constitución y las leyes ni el resultado de una elección nacional que dijo claramente que era necesario transformar el país ya que el Frente logró en primera vuelta un 52% de adhesión. Claro que la transformación del país no se decreta ni siquiera con mayoría parlamentaria. Existen trabas, reglas y tecnicismos creados, promovidos y desarrollados por más de 150 años de utilización del aparato del Estado para hacer política los partidos que se definen a sí mismos como fundacionales.
La barra estatal
No es fácil cambiar algo que fue creado con una lógica diferente a la nuestra y seguramente una de las trabas más importantes a la hora de transformar radicalmente al Estado de cara al país productivo será el propio estado. Lo que pasó con la Corte Electoral es un simple ejemplo de los problemas que a diario se viven a la hora de gestionar un estado que en su estructura lucha denodadamente contra el movimiento y la gestión directa. Muchos creen que el problema fundamental del aparato estatal son sus trabajadores.Y yo no creo que esto sea así. Enrique Rubio director de la OPP en declaraciones realizadas hace un par de días, plantea como un hecho casi revolucionario la creación de un nuevo tipo de empleado público que no tendrá la posibilidad de ser presupuestado y como forma de mejorar la eficacia de las oficinas públicas. Como si ya no hubiera fracasado esa teoría de recursos humanos neoliberal de que cuando más flexibles son las condiciones laborales más produce el trabajador.Rubio habla de la descentralización estatal y de la creación de alcaldes en ciudades de más de 2000 personas pero no dice nada de tocar y transformar a las oficinas publicas de raíz, cuando es necesario asumir que el problema pasa por la estructura, por los controles y los tecnicismos utilizados en muchos casos para no realizar obras cuando la plata está. Un ejemplo claro fue la implementación del Plan de Emergencia. La plata estaba, la voluntad política también pero la forma en que el Estado contrata y realiza convenios impedía una rápida respuesta a la emergencia social que aun vive el país. La transformación democrática del Estado es uno de los desafíos más importantes de este periodo de gobierno. El traslado de poder real a la población en el diseño, control y desarrollo de las políticas públicas es el desafío más grande. Es un paso inmediato y necesario en el camino de profundización democrática hacia un proceso democrático avanzado. ¿Cómo pueden estar protegidos en el camino los derechos del individuo y cómo asegurar un contrapeso democrático al poder de la burocracia? Como bien preguntara Einstein es un desafío y sólo el control del pueblo organizado permitirá contestar cómo rompemos con estructuras estatales aún vigentes y pensamos al Estado y al país de cara a un proceso productivo.