viernes, 13 de febrero de 2009

614 - 04-09 Polis-mundo - Mundobama - Roberto Bussero

Nadie espera un salto al vacío del nuevo presidente

Pensar un vínculo Estados Unidos – “el Mundo” parece un error o un simplismo poco acorde al desarrollo del orbe globalizado. Más aún si se concibe “Mundo” como “resto del mundo”, debería entenderse como Estados Unidos “en” o “con” un mundo que tiende a una interconectividad tan democratizadora y poderosamente plural a nivel cognitivo – y hasta afectivo – como peligrosa y, eventualmente, discriminadora.
Casi siempre, la asunción de un nuevo inquilino de la White House desata en el mundo, incluido EE,UU. una oleada de justificado – optimismo. En esta oportunidad, y para referir a temas macro y realmente “totalizadores”, El futuro 44º presidente de EE.UU., Barack Obama, prometió terminar con la “tergiversación” que hacía su predecesor y hacer todos los esfuerzos para adecuar la ciencia a “la política o la ideología”. Ese era el anuncio que esperaban los ambientalistas, y se confirmó pocas horas después: el mandatario electo colocará en cargos clave de su gobierno a científicos de primera línea.
La iniciativa, que hasta ahora marca la diferencia más clara con el gobierno saliente, demuestra que Obama pondrá el tema del cambio climático y el cuidado del medio ambiente entre sus prioridades.
VISIONES COSMO
Pero en vías a globalizar aún más la cosmovisión que integra la figura de Obama, la magia y el simbolismo de su elección como presidente de Estados Unidos adoptó la de un ícono de esperanza, de victoria contra el racismo y de oportunidad para la paz. Incluso esa luz fue tan intensa que el mundo pareció reconciliado consigo y seguro a la espera de una etapa de regocijo general.
Esto permitió imaginar la utopía de una sociedad más democrática, sin prejuicios raciales, centrada en la búsqueda de la paz y la justicia social.
La natural dialéctica entre angustias y esperanzas se expuso con sus fortalezas y debilidades cuando en el mismo momento en que el mundo asistía conmovido al discurso de aceptación de Obama, la noche del 4 de noviembre, en el norte de Afganistán una fiesta de casamiento era destruida por bombarderos de los Estados Unidos, dejando cuarenta cadáveres sobre el suelo.
Terrible advertencia, ese es el tipo de contradicciones que el nuevo presidente deberá resolver, y el mundo tiene partido tomado acerca de la dirección hacia la cual deberá inclinarse.
Por supuesto, más acá de optimismos desmesurados, que suelen culminar en exigencias desmedidas – una especie de doble pecado de exceso en la moral y la religión griegas (“hibris”) -, el mundo se prepara para un período de cierta suspensión entre las frustraciones que siguen a las grandes expectativas y la necesidad de no hacer juicios precipitados.
SIN ERRORES
También es claro que los racistas que están a la espera de la primera señal para gritar que “los negros no saben gobernar” no comparten la mentada visión cosmo.
Pero son los ciudadanos de Estados Unidos y de todo el planeta que desde la noche de la elección se alegran con la posibilidad de un mundo mejor. Son la inmensa mayoría de la especie humana, pero quizás su poder no es proporcional a su número.
En el área de la seguridad y la guerra, los primeros pasos serían el cierre de la base de Guantánamo; la abolición de la tortura; la revocación de unos doscientos decretos presidenciales de corte autoritario en el plano interno y el retorno de la diplomacia y el multilateralismo en lo internacional.
En lo inmediato y más concreto, ¿podrá cumplir Obama su promesa de retirar las tropas de Irak en dieciséis meses?, ¿podrá el nuevo presidente evitar que la de Afganistán se convierta en “su” guerra, tal como Irak fue la guerra de Bush?
¿Logrará neutralizar/capturar a Osama bin Laden, inspirador e imagen mayor del más cruel terrorismo? Sólo los talibán podrán entregarlo, Para eso hay que negociar con ellos, lo que será imposible si continúan siendo el enemigo - controlan el poder local de más de la mitad del país y su mayor base étnica (los pashtunes) está distribuida entre Afganistán y Pakistán, otro país problema, más allá de alianzas y encuentros -. ¿Cómo reconocer “occidentalmente” su culturalización de la crueldad y minimización de la vida humana?
Además, Obama no podrá tener como prioridad las buenas relaciones con Rusia, ahora que se sabe que Georgia fue activamente inducida a invadir Osetia del Sur para provocar la invasión rusa.
PRESIONES/LÍMITES
En el plano de la economía, la dimensión de la crisis que se aproxima todavía está por determinarse y la capacidad de maniobra de Obama será escasa. Tal como sucede en todos lados, tendrá que recurrir a la inversión pública para detener el desempleo. Pero, ¿aprovechará la oportunidad para construir un “capitalismo con rostro humano”, tal como hizo Roosevelt ante la crisis de 1929.
Por lo pronto, respondió con el aumento a tres millones de trabajos sus objetivos para crear o mantener empleo a las predicciones de que la recesión actual va a ser peor de lo que se creía, por lo que se pronostica que a lo largo de 2009 se perderán cerca de cuatro millones de puestos de trabajo. ¡ Qué pulseada! El desempleo puede llegar a rondar el nueve por ciento de la población activa, frente al 6.7 por ciento actual. Obama instó entonces a sus asesores a pensar con “osadía” posibles soluciones a corto plazo. Su vicepresidente, Joe Biden, declaró que la economía se encuentra “en mucho peor estado” de lo que se habían imaginado inicialmente. ¿Cómo puede influir la presión interna en el relacionamiento con países económicamente dependientes de EE.UU.?
El programa de estímulo económico fortalecimiento de la clase media que Obama prepara con los líderes del Congreso, de mayoría demócrata, tendrá un valor muy superior a lo pensado inicialmente, podría rondar los 700 mil millones de dólares. Prevé fomentar el empleo mediante la inversión en infraestructuras, nuevas tecnologías y energías alternativas y contaría con una serie de mecanismos para garantizar que sus fondos se usen de manera efectiva y transparente.

MUNDANAL RUIDO
La interrogante que podría plantearse ese “(inexistente) resto del Mundo” es si esas presiones internas, los devaneos políticos derivados de ellas y las reales dificultades económicas impedirán a Obama abrir sus manos más allá de fronteras.
Sin dudas, el fortalecimiento de los mecanismos multilaterales es la única respuesta posible. Por supuesto, esos “otros” países no pueden confrontar con la Casa Blanca ni cruzarse de brazos esperando a que Washington se acuerde de ellos.
Del mismo modo que Obama ha hecho evidente que su administración cambiará las miras del gobierno respecto a la ciencia y la cuestión ambiental – prometió “promover la investigación científica abierta y libre”, garantizando que los datos y las evidencias “no sean tergiversados o manipulados por la política y la ideología” 0-, también debería fomentar el cultivo del mentado multilateralismo y el entendimiento entre la potencia con otros bloques con bloques y naciones, sustentado sólidamente en la sana búsqueda de la paz y el bienestar, por vía de acuerdos que respeten individualidades y procesos, pero también contengan necesarias concesiones.

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