martes, 22 de abril de 2008

410 - Retinas - Entre asado mundial y humaredas binacionales . Renzo Rossello

destacable, no conozco al periodista, pero es una acertada e irónica mirada (¿vale la pena recomendar?), originalmente se publicó en EL PAÍS
Entre asado mundial y humaredas binacionales
RENZO ROSSELLO
PUNTO DE VISTA
Y finalmente la gran nube de humo llegó. Cubrió vastas zonas de Argentina y hora tras hora va ganando cielos uruguayos. Una profecía autocumplida de los asambleístas entrerrianos, pero que se cumple al revés.
No es una diabólica pastera nórdica. No es una colonizadora compañía multinacional. No es ninguna de esas dos maléficas entidades arraigadas en suelo uruguayo. No. Es humo de otras hogueras. Un fuego que primero recalentó las gargantas de gobernantes argentinos y de gente del campo en una hoguera que cerró las rutas y vació las góndolas de los supermercados durante 21 días. De aquellos fuegos, estos humos.
Ahora con los ojos enrojecidos, las gargantas irritadas y las fosas nasales repletas, uruguayos y argentinos vuelven a inculparse mutuamente. Una suerte de guerra de sobremesa, después del asado más largo del mundo, donde hermanos mayores y hermanos menores siguen arrojándose migas de pan, campeonatos ganados, mejores actrices, mates más ricos, bibliotecas más grandes.
La lista es casi infinita. El malentendido también. Y como en toda sobremesa bélica, cualquier gesto -el acento circunflejo de una ceja, la torsión irónica de una comisura, un bostezo- sirve para retomar la discusión en el mismo punto que había quedado hace una hora, dos años, un siglo atrás.
Ya otros irreconciliables probaron que la fuerza de la razón se debilita, se asfixia y finalmente muere cuando lo único que queda en pie es la fuerza. Alguien en alguno de los extremos de la sobremesa, preferentemente en la margen oriental de la mesa, debería parar, levantar los platos, barrer las migas y llamar a los postres. Y si es flan con dulce de leche, lo importante es que sea rico y no de qué lado pastó la señora vaca.
Eso antes de que la columna de humo sea tan densa que ningún juez de La Haya pueda distinguir quién tosió primero. Los humos pasan y las sobremesas quedan.

No hay comentarios: