martes, 22 de abril de 2008

412 - Papeles y cenizas - Miradas 3 - Fernando Caputi

Otro de FD, los demás esperan, mañana...,
RICARDO CICALA
La pintura encarada como diagramación

La cartelera artístico-cultural ofrece, este mes, una muestra de Ricardo Cicala, devoto de la pintura influído por profesores en directo como Edgardo Ribeiro, Clever Lara y Walter Nadal, amén de funcionario durante 43 años del Banco República.
Una veintena de trabajos, expuestos justamente en Espacio Brou (Av. 18 de Julio 998), definen su inclinación a emplear técnicas mixtas en una concepción particular, pues Cicala traslada a la tela los símbolos que él mismo reúne al encarar cada tema en un ordenamiento que sigue el espíritu de una diagramación bien entendida, si bien no siempre selecciona el centro focal que, en artes gráficas, facilita la lectura.
Esa búsqueda se apoya en recursos –superposición, transparencia, reflejos y, sobre todo, autorizado empleo del color– traducidos en sustitutos sin mengua de la clásica composición plástica que, como tal, ensayó o ensaya la gran mayoría de sus pares.
La inspiración le concede resolución bien sucedida al exhumar a Van Gogh y Torres-García tanto como figuras emblemáticas de jazz, rock o candombe, atravesando universalidades como el Amor de payaso.
En opinión de Nadal, el proceso muy personal seguido por Cicala –con punto de partida en la creación de un fondo policromado– demuestra oficio, con su imaginería puesta al servicio del tema y creando una atmósfera de cierto misterio que obliga al observador –es cierto– a buscar y entrar en la escena a través de los elementos que antepone como solución.1
Resta ver si el artista, de producción ya integrada a bagajes privados en Brasil, Estados Unidos o Sudáfrica, persistiendo en su bastante original mecánica de diseño acrecienta y enriquece el repertorio con una inspiración de neto corte uruguayo que contribuya a identificar en profundidad su medio natal, extraordinariamente pródigo en referentes pictóricos.
Fernando Caputi (12.4.2008)

PLAYAS EN LA NOTICIA (IV)
Contemos los granitos de arena

La caseta hábitat de los salvavidas fue clausurada cuando se extinguió el calendario municipal veraniego (noviembre a marzo), pero por una vez el calentamiento global no ha sido ingrato, prolongando el disfrute de los balnearios montevideanos a buena parte de abril.
Coincidente con ese bienvenido reenganche, que pocos advirtieron (y eso que la playa por ahora es gratuita), en misión diferente una camioneta de la Facultad de Ciencias introdujo en Ramírez (miércoles 9 y jueves 10) a dos técnicos incumbidos de medir el volumen de arena, uno de ellos convenientemente equipado para penetrar las aguas hasta donde el fondo delata la acumulación de partículas desagregadas de las rocas.
La dupla mensuró también la profundidad en tierra firme, perforando hasta las capas donde aparece humedad a la manera de cuando –recóndito pasado– ensayábamos un pozo que circunvalara el castillo que algún otro niñito, envidioso él, invariablemente demolería con sus pies.
Los evaluaciones de ese tesoro geológico también se cumplen en Pocitos, Buceo, Malvín y Honda, me explicó el estudioso no bañista de inconfundible acento español que, como es proverbial en la gente de ese origen, estaba encantado en conversar. Quedaba implícito que, entre otras, la ciencia desestima tanto las humildes Playita del Gas y La Estacada (muy concurridas por moradores de las respectivas cercanías) como Carrasco, donde la aristocracia que debe pagar más cumple penitencia ideológica.
–¿Ya tienen conclusiones preliminares?
–Hemos constatado menor profundidad de arena en Buceo.
–Tal vez porque allí las surestadas se sienten muy duramente.
–¿Cómo lo sabe?
–Lo supongo desde que un gran temporal arrancó del canal navegable que señalizaba, y lo transportó hasta posarlo por completo en la playa, un buque pontón-faro de veintitantos metros de eslora, convertido en visitado atractivo popular hasta, tiempo después, ser devuelto a las aguas mediante complicado operativo.
–¿Cuándo fue eso?
–Hace unos 15 años. Si desea precisarlo, consulte por el 916 1210 al Servicio de Iluminación y Balizamiento de la Armada.
Entusiasmado por la noticia que desconocía, el cuantificador hispano de silícios uruguayos toma nota de todo. Y con gentil recíprocidad completa su informe verbal: “Si no establecemos cuánta arena hay hoy, en una próxima medición periódica mal podremos saber si la cantidad se mantiene. ¿Verdad?”.
No lo dice. Pero, en esencia, su trabajo se emparenta con saber si aquí también la arena configura una cuarta parte de la corteza terrestre o, por lo contrario, el maltrato depredatorio contraría la ecología.
Tampoco le pregunté –hubiese trasuntado ironía– si, ya que estaba, no se animaba a medir la mugre depositada en la orilla, incluídos putrefactos cadáveres de animales, que durante algunos años era recolectada por patrullas de voluntarios juveniles pero hoy vergonzosamente se eterniza.
Fernando Caputi (14.4.2008)

PLAYAS EN LA NOTICIA (V)
Ramírez y actual versión del Parque Rodó

Hablar de playas sucias induce a observar su entorno con la misma atención.
En Ramírez, citada por mí con preferencia, el muestrario permanente de inmundicias en la orilla (con repugnantes caldos de cultivo en los codos a uno y otro extremo) tiene filiales habituales en las bolsas para depositar basura, que con su carga a cada día más hedionda pocas veces son retiradas de los soportes instalados al pie de cada escalinata de unión con la rambla, en las veredas de ésta o junto a sus cordones, especialmente en los rincones determinados sobre la arena.
Si se piensa en niños descalzos, todos esos puntos son perlas de un rosario aborrecible y peligroso formado por puntiagudos añicos de botellas de vidrio quebradas como imbécil diversión por quienes consumen cerveza para, en casos, hacer base a la ingesta de otros elementos que los tornan eufóricos, volátiles y, si cabe, aún más imbéciles.
Para peor, sorteada la calzada de la costanera, esa siembra de filosos pedazos de vidrio encuentra continuidad en áreas que rodean la Facultad de Ingeniería, explanada de acceso al Teatro de Verano, el Parque Rodó como un todo; lugares elegidos también para perpetuar escombros en situación de calle (como en la senda comprendida entre el Estadio Franzini, ex predio de El Faro BBC –cedido al Centro de Estudiantes de Ingeniería– y la cancha de baby fútbol del Mauá), matizados con desperdicios surtidos de vieja data, preservativos y, denominador común, envases de polietileno en miles o millones.
Si bien la higiene estrictamente urbana concesionada a Cap es eficiente, el desaseo es total en y entre espacios verdes y vías internas de circulación del parque, a despecho de ciertos limpiadores intermitentes (Rial SA, la semiprofesionalizada Tucurú, etc.), y también fuera, como por ejemplo en las Plazuelas Eduardo Acevedo (h) y Anita Garibaldi.
Pero cruzar Br. Artigas hacia el Este es como pasar una frontera, porque se vuelve a territorio de recolección municipal donde el signo de suciedad hace de Pocitos uno de los barrios menos higienizados de la capital, no sólo cuando Adeom reivindica y para sino también cuando reivindica y no para.
Del gran lago del parque, desagotado y reacondicionado durante la(s) Administración(es) Arana con invocada certeza de que estudios universitarios de sustento obrarían el milagro de transformarlo en espejo de potable cristalinidad, queda el recuerdo del chorro surgiente que fuera perdiendo altura hasta ahogarse bajo una formación cada día más gigantesca de camalotes, probablemente no de la especie que Brasil ex profeso desarrollara porque aniquilaba todo mosquito, pues aquí estos insectos mandan y consolidan sin piedad sus bancos de sangre desde bases operativas para ellos ideales, aguas estancadas en baldíos y fuentes con cañerías obturadas o inservibles, donde el virus del dengue parece ser huésped más bienvenido que turista extranjero cargado de divisas.
Al Parque Rodó, otrora seguro paraíso para materializar sueños de fantasía infantil, son cada vez menos los pequeños llevados por sus padres para vivir una tarde de jolgorio. Algunos juegos se ven descangallados, ciertas construcciones comerciales abandonadas son usadas como viviendas clandestinas y mejor no hablar de la conservación, infraestructura comprendida, de sitios de recreo y monumentos.
Persiste, eso sí, una feria compañera que hasta el anochecer de cada domingo desarticula recorridos de transporte colectivo, servicio esencial cuyos conductores eligen a gusto y capricho las calles a seguir ese día y, si no se les canta dejarlos a pie, los puntos de parada donde levantar pasajeros desorientados por completo.
Fernando Caputi (14.4.2008)

NOTICIAS ARGENTINAS
Cortinas de humo

Argentina vive una tregua acordada tras airado conflicto originado por la aplicación de retenciones, esencialmente sobre exportación de soja, que el campo juzga excesivas y resiste.
El 1º de abril, condenando las alrededor de 400 protestas con las que productores interrumpieran la circulación carretera, Cristina Fernández de Kirchner reclamó, a quienes cortan rutas, que adviertan el mal que están haciendo (1). De los 21 días de conflicto corría el penúltimo, y en su mitin en Plaza de Mayo fue ovacionada por abuelas, ruidosa claque munida –claro está– de bombos y banderas, y, en particular, el piquetero oficialista Luis D’Elía (2).
Hasta entonces, los ruralistas argumentaban con carteles (“La nueva plaga es Cristina”, “Más hablás, más la embarrás”, “Acá no hay nadie que se encapuche” o, de paso –en Ruta 14, próximo a Gualeguaychú–, “No a las pasteras”). A su defensa adherían, en el centro de Buenos Aires y retomando la práctica de cacerolear, solidarios pobladores urbanos.
Unas y otras manifestaciones terminaron disueltas por la Gendarmería Nacional (3).
El 6 de abril, con inusitado estruendo, un meteorito cayó en tierras de Entre Ríos (4).
Poco después, del No a las pasteras se pasó a un No a las pasturas, porque en islas entrerrianas comenzó, repitiándose cada vez más al sur, la quema de pastizales, generando, desde más de 80.000 hectáreas, tan tremenda humareda que no hizo falta niebla natural para multiplicar los choques seriales entre automotores en las consiguientes autopistas y el número de víctimas fatales.
El jueves 17, el humo se extendía a Buenos Aires y, viajando fuera de la gran nación argentina, a Soriano, Colonia, San José, Canelones y Montevideo (5).
-----
(1) No se refería al interminable bloqueo del puente internacional Fray Bentos-Puerto Unzué porque en este caso el mal recae al otro lado del río y la presidenta de todos los argentinos lo fomenta, siguiendo la línea de su esposo y predecesor, con quien se abrazó al acabar el discurso.
(2) Casa Rosada tiene en el staff, y lo invita al ceremonial de Estado, su propio piquetero (se dice que dependiente del Ministerio del Interior), quien asegura no tener problemas en matar, de la puta oligarquía que odia, a todos. No se sabe aún si existe, asimismo, un barrabrava gubernamental.
(3) Palos porque bogas, y si no bogas, palos.
(4) El fenómeno fue observado en cielo uruguayo, pero nadie lo atribuyó a Botnia.
(5) De tan densa la nube, tampoco se veía a los ambientalistas de Gualeguaychú. Fuentes bien informadas comentaron que si Uruguay venía de inscribir en el Guinness el asado más grande del mundo, Argentina tiene mejor carne y hará lo propio con su récord de humo.
Fernando Caputi (17.4.2008)

411- Ponencia - La izquierda de las ideas debe vencer a la autoritaria: Borja - Daniel Blancas Madrigal

Acertado comeNtario de un analista crítico, de Crónica Hoy, DF.
Profesor de ciencias políticas y doctor en jurisprudenciaRodrigo Borja Cevallos nació en Quito en 1935. Es profesor de ciencias políticas y doctor en Jurisprudencia. Fundador ideológico y figura máxima del partido socialdemócrata Izquierda Democrática. Fue presidente de 1988 a 1992 y candidato en 1978, 1984, 1998 y 2004. Diputado en las legislaturas de 1962, 1970 y 1979. En diciembre del año pasado se le nombró secretario de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y ha expresado que su principal objetivo es fusionar la Comunidad Andina (CAN) y el Mercado Común del Sur (Mercosur).“Mi alegato es favor de las ideas y de la política impersonal”En México, dice, hay una constante pelea entre las izquierdas democráticas y las autoritarias. "Los mexicanos no se sustraen a esas izquierdas en las que una masa se arremolina en torno a un caudillo populista. Mi alegato no es a favor de los líderes mágicos, sino de las ideas". Cuando se le pregunta sobre López Obrador contesta: "No lo conozco... A quien sí conozco y respeto como un líder que puede ayudar a que pese más la ideología que el caudillo es a Cuauhtémoc Cárdenas".(Primera de cinco partes)Copa en mano, accede a la charla. Dos son sus condiciones: esperar a que el mesero sirva una segunda ronda de vino tinto y olvidar la política ecuatoriana, "por nostalgia y precaución".—Olvidemos pues la ecuatoriana, pero no la mexicana —se le aclara.—Entonces que repartan vino mexicano, para estar más a gusto…"Soy un hombre de izquierda —se describe de inicio—, pero de una izquierda democrática, porque hay muchas ideologías con piel de oveja".—¿A cuál llama democrática?—A la compatible con la libertad, con el respeto a los derechos humanos y con las prerrogativas de los pueblos para elegir libremente a sus gobernantes.—¿Y las otras?—Son autoritarias… En las democráticas la aspiración es el cambio social, pero sin trastocar la libertad; en las autoritarias también se busca un cambio, pero sobre los escombros de la libertad.—¿Y cuál de esas izquierdas observa en México?...Borja se reacomoda en el sillón del que nadie es capaz de moverlo por una noche. Participa, en el Museo de la Ciudad de México, en una reunión de líderes de izquierda que buscan la independencia de Puerto Rico. Acepta una charola de canapés y retoma el hilo de plática.—Habría que decir que la izquierda tiene diferencias de orden regional, encauzadas por las diversas condiciones espacio-temporales en el mundo. Aquí, en México, hay de las dos izquierdas y están en constante pelea. Hay movimientos, partidos, grupos y personas comprometidos con la libertad y a la par con las transformaciones económicas y sociales; pero hay otros que prefieren el autoritarismo y a quienes no les conviene fortalecer la libertad.—¿A qué partido o personajes ubica en cada lado?—No tengo derecho a etiquetar a nadie.—Pero habla usted de partidos y personas, ¿es común en las izquierdas que haya líderes por encima de movimientos?—Sobre todo en América, en la que todavía los países se desarrollan en un ambiente muy limitado en el aspecto político, hay por desgracia la personificación de los partidos y de las ideologías políticas. Es parte de un infradesarrollo político, del cual México es parte. Cuando los pueblos se desarrollan anteponen el valor de las ideas a los influjos personales de los líderes; éste es, para mi gusto, el síntoma número uno del desarrollo político. Pero en América y en México hay atraso en la materia.—Se personalizan las ideologías…—Lo dice el caso mexicano, por ejemplo: la gente está en un partido que se dice de izquierda no porque sus ideas le parezcan buenas, sino porque le entusiasma un líder. Hay una tendencia caudillista, antes que una ideológica.—¿Es posible conciliar los pesos individuales y los colectivos?—Mi alegato es a favor de las ideas y de la política impersonal. Los mexicanos no se sustraen a esas izquierdas en las que una masa se arremolina en torno a un caudillo populista. No creo en el caudillismo mágico de los líderes populistas. Esto sólo se acabará con cultura y desenvolvimiento político.—¿Conoce usted a Andrés Manuel López Obrador?—No lo conozco, sé poco de él y de su ideología en pro de las libertades.—¿Lo ubica como un líder de izquierda?—A quien sí conozco y respeto mucho es a Cuauhtémoc Cárdenas. El ingeniero puede ayudar a este desarrollo en el que pese más la ideología que el caudillo que mueve masas.—¿Por qué Cárdenas?—Me parece un hombre bienintencionado, inteligente, preparado, solidario, honorable; tengo muy buena impresión. A López nunca lo he visto físicamente.Como Cuauhtémoc lo hizo en México después de 1988, Borja fundó hace 30 años en Ecuador el partido Izquierda Democrática, que durante mucho tiempo fue la primera fuerza política de su país.—¿Cuál debe ser entonces el papel de la izquierda en México y en otras sociedades?—Impulsar, diseñar, procesar un cambio económico y social. Las llamadas democracias contemporáneas, en la mayor parte de los países del mundo, son apenas democracias políticas, pero no son democracias económicas ni sociales. La gran tarea de las izquierdas democráticas del mundo es hacer de la democracia un bien tridimensional, que comprenda aspectos económicos, políticos y sociales.Y prosigue: "Durante largo tiempo, en el curso de la Guerra Fría, veíamos en Occidente democracia política, pero injusticia económica, sólo un pedazo de la democracia; y del otro lado, veíamos lo contrario: meritorios esfuerzos a favor de la igualdad y de la equidad, pero menosprecio total a la libertad, democracias económicas, pero no políticas, era el otro pedazo. En la etapa de la posguerra fría, el gran cometido de las izquierdas civilizadas es integrar la democracia política con la económica y social; hacer de ellas un todo, a fin de que el sistema sea tridimensional".—¿Hay alguna izquierda en el mundo que se acerque al ideal?—Tal vez la izquierda de los países nórdicos europeos. Conocí personalmente y tuve una cercana amistad con el gran líder sueco del siglo XX: Olaf Palme; recibí de él grandes lecciones democráticas.—¿Cuáles?—Un día me invitó a que fuera uno de los oradores de la convención anual de su partido socialdemócrata. Había que viajar a hora y media de Estocolmo… Íbamos en el automóvil el chofer, Palme y yo, sin motocicletas ni sirenas, ni comitivas, ni gritos ni edecanes; nada y eso me impresionó. Llegamos tarde al lugar, había ya 4 mil personas reunidas y pensé que la gente lo iba a aclamar como su gran líder y, para mi sorpresa, nadie aplaudió. Cruzamos el gran coliseo en silencio y comprendí cómo los suecos se habían alejado del caudillo y distanciado de la tribu.—El caudillo promete subsidios, a veces dinero…—El verdadero hombre de izquierda democrática no puede pensar en el ser humano como un ser moviente al que hay que proteger y alimentar y al que se le puede negar el oxígeno de su dignidad: la libertad plena.

410 - Retinas - Entre asado mundial y humaredas binacionales . Renzo Rossello

destacable, no conozco al periodista, pero es una acertada e irónica mirada (¿vale la pena recomendar?), originalmente se publicó en EL PAÍS
Entre asado mundial y humaredas binacionales
RENZO ROSSELLO
PUNTO DE VISTA
Y finalmente la gran nube de humo llegó. Cubrió vastas zonas de Argentina y hora tras hora va ganando cielos uruguayos. Una profecía autocumplida de los asambleístas entrerrianos, pero que se cumple al revés.
No es una diabólica pastera nórdica. No es una colonizadora compañía multinacional. No es ninguna de esas dos maléficas entidades arraigadas en suelo uruguayo. No. Es humo de otras hogueras. Un fuego que primero recalentó las gargantas de gobernantes argentinos y de gente del campo en una hoguera que cerró las rutas y vació las góndolas de los supermercados durante 21 días. De aquellos fuegos, estos humos.
Ahora con los ojos enrojecidos, las gargantas irritadas y las fosas nasales repletas, uruguayos y argentinos vuelven a inculparse mutuamente. Una suerte de guerra de sobremesa, después del asado más largo del mundo, donde hermanos mayores y hermanos menores siguen arrojándose migas de pan, campeonatos ganados, mejores actrices, mates más ricos, bibliotecas más grandes.
La lista es casi infinita. El malentendido también. Y como en toda sobremesa bélica, cualquier gesto -el acento circunflejo de una ceja, la torsión irónica de una comisura, un bostezo- sirve para retomar la discusión en el mismo punto que había quedado hace una hora, dos años, un siglo atrás.
Ya otros irreconciliables probaron que la fuerza de la razón se debilita, se asfixia y finalmente muere cuando lo único que queda en pie es la fuerza. Alguien en alguno de los extremos de la sobremesa, preferentemente en la margen oriental de la mesa, debería parar, levantar los platos, barrer las migas y llamar a los postres. Y si es flan con dulce de leche, lo importante es que sea rico y no de qué lado pastó la señora vaca.
Eso antes de que la columna de humo sea tan densa que ningún juez de La Haya pueda distinguir quién tosió primero. Los humos pasan y las sobremesas quedan.

4O9 - Trastienda - Miradas 2 - Fernando Caputi

La grandeza de 300 espartanos, el fútbol glorioso

Cada vez que se da la oportunidad, mi hijo Danilo propicia conmigo un completo y descarnado intercambio informativo sobre fútbol, innata pasión heredada que ha conservado intacta en su valija de emigrante los nueve años que residió en Brasil y los 23 que lleva en México.
Opina con agudeza, la misma que siempre demostró pegándole a la pelota desde muy chico en Montevideo, cultivó en São Paulo –adolescente, en la Olimpíada de los Inmigrantes armaba y definía jugadas junto a un ya veterano pero magistral Pedro Rocha, sin omitir el combate al estilo Darío Pereyra, a quien observaba in situ domingo a domingo–, muestra como amateur en Monterrey hasta donde sus meniscos a contramano se lo permiten, y, aunque no lo confiese, sueña con detectar en su primer descendiente varón, de pies inquietos y un mes de nacido.
Danilo me presta el video de “300”, un tajante y rudo filme canadiense sobre la heroica resistencia de Esparta a las invasiones del sometedor imperio persa.
“Sería bueno que lo vieran los jugadores de la actual selección uruguaya”, reflexiona. Sin que se haga necesario explicitarlo, alude al imponente contrapunto existente entre el áureo medio siglo de glorias celestes por las que, sin haberlo vivido, siente orgullo, y lo que vino después, casi totalmente desprovisto de aquella garra, palabra incorporada al léxico lusobrasileño en 1950.
Y es que la gesta griega se sustenta en una sublime, superior determinación, primero individual y por ósmosis colectiva, frente a la adversidad de cualquier aplastante poderío adversario, y la fe –en uno mismo, no me vengan con religión– en doblegar lo teóricamente imposible con coraje inagotable, como a diferencia de otros uruguayos de su generación y siguientes, mi hijo bien sabe que ocurriera en Maracanã.
La película es de película y, en verdad, podría ser tanto o más estimulante que dólares y euros en futbolistas transferidos al Exterior y retornados al país para coyunturas que en general los presentan por entero desarraigados.
Pero de igual manera le cae de medida a directores técnicos, por más maestros que se les denomine, para tentarlos a recuperar la mejor esencia de nuestro hazañoso pasado deportivo, que no está muerto sino apenas hibernando, y encender con decisión, confianza y amor propio a planteles tan faltos de motivación que no pasan de poblar anodinas zonas intermedias de sus campos de batalla, buscando empates que acaban significando derrotas.
La comparación de los tiempos prueba que, en un sentido amplio, la mitología no excluye pasados recientes. Hobby que obsesiona y en esta ocasión me induce a situar el cambio de mentalidad futbolera, ya advertible bien avanzada la década de los 80, en una actitud coincidente, la de festejar sus cada vez más escasos goles de manera payasesca, ensayada durante la semana.
Fue así, pienso yo, que se fue considerando secundario intentar fintas y perfeccionar otros fundamentos como el de saber manejar la pelota, globalizándonos en festejos tontos de cuño circense y, en lo formal, poco varoniles.
Como si la estampa rebelde de guapo del 900, que con fecundidad transitara buena parte del siglo XX por bares y cafés de hacha y tiza, nos la hubiesen permutado en antagónicos sucedáneos, mal llamados boliches –como si dieran continuidad a aquéllos– o pubs, de filosofía más salsera que de tango.
Bajo ese enfoque no consigo imaginar a Matías González, Obdulio Varela o Schubert Gambetta bailoteando como gráciles duendes de ballet en torno al banderín del córner tras el gol de Edgardo Alcides Ghiggia.

Fernando Caputi (22.1.08)

A CIELO ABIERTO

Cigarrillos en la canasta familiar de Iemanjá

Cuando el tráfico de esclavos que lo pobló, como intacto matute Brasil recibió el candomblé de umbanda, que sus gobiernos de raza blanca persiguieron con denuedo, policía mediante, hasta la década de 1940. Allí, de los clandestinos terreiros (locales de culto fetichista afrobrasileros como macumba y candomblé) comenzaron a trascender unos veintitantos orixás (dioses) con las mismas buenas o malas pasiones del ser humano y en virtual equivalencia –por ejemplo, entre Ogum-Marte y Xangó-Júpiter–, con el Olimpo romano.
En esa especie de gabinete ministerial de la naturaleza, las carteras de fertilidad y cosechas fueron suprimidas de entrada en los quilombos (escondrijos de negros fugitivos, donde como escuela de defensa personal naciera la capoeira), porque no era cosa de generar hijos también esclavos ni multiplicar riquezas de expoliadores señores del café y coroneles de otras pingües agroindustrias.
Por fin, el candomblé terminó por asomar a la luz del día en simultáneo con la “apertura” política de João Baptista Figueiredo (1979/85). El propio presidente invitaba a almorzar en Planalto, junto al cardenal primaz Avelar Brandão Vilela, a la mae-de-santo (sacerdotisa) Olga Régis de Alaketo, y se supo que el mandatario consultaba de oficio los problemas de Estado, por teléfono directo, con otra mãe, María Escolástica de Conceicão Nazaré, la Menininha do Gantois, la que en Bahía de todos los santos el devoto cronista-escritor Jorge Amado sitúa “por encima de toda y cualquier divergencia política, económica o religiosa”.
La hiperañeja Menininha encarnaba la fusión –ya en pleno andamiento– con la religión católica que de paso aseguraba profesar, y a despecho de la incurable elefantiasis que padecía, se declaraba hija de Oxum, vanidosa divinidad faceira (elegante y seductora) representada con un espejo en la mano.
Por entonces, los ritos ganaban la calle. A metros de cada terreiro, era más que casual que apareciera una santería donde adquirir insumos para serviços (actos religiosos) o trabalhos de sapa (acciones ocultas contra alguien), y en los cruces de calzadas o caminos, salvo ciertos extranjeros sureños, quienes guiaban vehículos esquivaran generosas macumbas (palabra también referida a una ofrenda ritual de origen mixto candomblé-espiritismo) en muestra de respeto y/o temor.
En la plantilla, aunque no siempre en planilla, desde siempre todo club de fútbol del país campeão do mundo alista pai-de-santo que se precie o, al menos, un especialista en trabalhos sucios contra equipos rivales. Que en los 60 el Náutico obtuviese seis títulos casi seguidos en Pernambuco se atribuía a su asalariado Pai Edú de Recife. Pero le receta no tiene garantía. El golero João Leite contrató un servicio que le permitiera debutar invicto como profesional en Atlético Mineiro, sufrió siete goles y optó por convertirse en pastor bautista y propulsor del conocido grupo Atletas de Dios.
Explicada en Brasil como “fenómeno natural”, la nueva religión prescinde del concepto cristiano de pecado salvo en cuanto a omitir tributos alimenticios o inmolar animales para asegurar protección de orixás. Sincretizado con Nossa Senhora da Conceição, el fenómeno se introdujo en Uruguay como producto global de exportación con cada vez mayor presencia de fieles y ansiedad. Tanta que en este 2008, en Montevideo adelantaron de hecho 24 horas la fiesta-ofrenda del 2 de febrero (Día que la iglesia prescribe como de la Candelaria).
Rebosante canasta alimenticia sometida a los caprichos del mar, que al depositar esa resaca en la orilla, entre restos de barquitos en isopor, flores, frutas, gallinas y pop acaramelado devolvió cajillas de cigarrillos que la diosa no llegó a consumir aunque se presuma que su reino no es local cerrado.

Fernando Caputi (11.2.2008)

DESCHAVEZ

Del delivery proveedor de petrodólares al show-room belicista

Como verdadero no vidente, confiaba a ciegas en su sino.
Pero sobrevienen, en contra, signos.
1. El 2 de diciembre, como en aquel inolvidable quiebre crucial de la dictadura uruguaya, un No en las urnas desbarata el zafarrancho constitucional tramado para perpetuar. En este caso, un imperialismo siniestro por definición y esencia.
Estupefacto, inicialmente acepta el revés con hidalguía, pero recapacita –revolución y sufragio no son lugar para los débiles–, y en horas reencuentra su léxico retórico personal al calificar como “de mierda” (sic) la victoria cívica del pueblo venezolano.
2. El empalagoso afán de rodear, venerar y heredar al tambaleante pero “insustituíble” Fidel, desacreditando (a la sordina) al más que postulante Raúl, acaba en pretensión castrada con la sucesión en favor del hermano menos barbado, probatoria de que en la isla manda, en exclusiva aunque obsoleta, una pyme ideológica familiar.
3. Como para llevarse el mérito, muestra un fugaz semblante humanitario al intermediar, sin suficiente aval del vecino presidente Alvaro Uribe, en la liberación parcial de rehenes por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, hasta que es desoída por insólita su extraviada pretensión de obtener, para las Farc, un status internacional.
4. Reabre el diccionario de insultos a Uribe, asentado en la, por repetida, aburrida acusación todo terreno al capitalismo yanqui, como si anteviera que la repentina incursión militar colombiana en Ecuador y muerte terrorista del terrorista Raúl Reyes, el primer día de marzo, traerá el deschave de lo que contienen los discos duros incautados como minucioso aide memoire, agenda-balance y entrañable álbum fotográfico del guerrillero.
5. Anticipando que llevará al Tribunal Penal Internacional evidencias del “patrocinio y financiamiento de genocidas” por Venezuela, Colombia denuncia “relaciones vinculantes de las Farc con gobiernos de, por lo menos, Venezuela y Ecuador”, subvención de $ 100 millones por la organización ilegal a aquel Hugo Chávez preso por golpista, retribución cash del ya mandatario bolivariano a las Farc en febrero último, U$S 300 millones que vendrían a confirmar el auge de un activo delivery capitalista desde la contramano.
6. Los mandatarios venezolano y Rafael Correa, ecuatoriano, ponen el grito en el cielo y tropas en frontera, el boliviano Evo Morales eleva a un altiplano conceptual su predilecto chavismo, y desde La Habana el insustituíble goza en lo íntimo al asegurar haber escuchado, “con fuerza, las trompetas de la guerra en Sud América”.
7. Con un genérico “Queremos la paz”, Cristina Kirchner sigue ignorando los petrodólares de contrabando fletados desde Caracas mediante poco cuidadosos intermediarios; el peruano Alan García -ajeno al lobby populista– contribuye a flexibilizar la escala Richter del terremoto político andino; el gobierno de cambio uruguayo reencuentra al fin el camino de la diplomacia e insta a los tres gobiernos confrontados a evitar cualquier acción bélica y dilucidar diferencias en foros institucionalizados, propuesta de consenso en el grupo de partidos pero no de su conglomerado interno, menos aún del pintoresco canciller saliente.
8. El 4 de marzo, ante la Comisión Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA), una sensata mayoría de Estados miembros baja la pelota al piso. Colombia-Ecuador superan su entredicho binacional civilizadamente, en tanto Venezuela agiganta el limítrofe show-room donde exhibe su poderío militar.

Fernando Caputi (6.3.08)

408 - Tendencias - Prontuario de CIUDAD VIEJA - FERNANDO CAPUTI

PRONTUARIO DE CIUDAD VIEJA (1)
Gronardo, multipionero informante de Zabala

Español pero sudaca rioplatense por adopción, el práctico de puerto Cap. Pedro Gronardo comenzó por guiar embarcaciones salidas de Buenos Aires entre bancos de arena o lodo y restos de naufragios, cruzando el estuario con tal asiduidad que de todo se enteraba en ambas orillas.
Así, puesta su atención de este lado y en tanto multiplicaba su economía personal con la cría y explotación ganadera en Los Cerrillos, de primera mano advirtió sobre la ocupación lusitana de la península de Montevideo al gobernador Bruno Mauricio de Zabala, quien ipso facto procedió a desalojar a las fuerzas del colonizador competidor, abriendo el proceso fundacional (1724/30) de esta ciudad capital.
Entonces, con muros de adobe crudo y techos en cuero, en la banda oriental Gronardo instaló su hábitat y, en sociedad con Jerónimo Eustache –de poco ortodoxo apodo El Pistolete–, el primer comercio de la incipiente comunidad para, desde un mostrador con rejas de protección a la manera de las actuales farmacias de servicio nocturno, despachar telas, hilos y botones, pañuelos de seda, medias de lana, camisas, calzones, sombreros, zapatos, cubiertos, tijeras, navajas, espejos, peines y peinetas, jabón, aceite, yerba, tabaco y aguardientes. Mercadería de ramos generales que su íntima vinculación con navegantes transoceánicos le facultaba a importar bajo requisitos (in)formales propios de la época.
Dada esa circunstancia, nunca desestimó su profesión de práctico portuario, en cuyo ejercicio una explosión accidental a bordo de cierta nave británica lo mató el 19 de enero de 1727.
Pero ya ampliada, la Casa de Gronardo –a pasos del Puerto Chico y anexa a aquella pulpería precursora (El Hacha es posterior)– se convirtió en el primer edificio público, por cuanto alojó al Cabildo de Montevideo (1730/34) que el propio Zabala, gobernador concurrente, designó e instaló.
En sus actuaciones subsiguientes, el cuerpo oficializó un nomenclátor con calles identificadas por la mera costumbre pueblerina, como De la Frontera (Piedras), De la Fuente (Cerrito), De la Cruz (25 de Mayo), Real (Rincón), De la Carrera (Sarandí), Del Piquete (Buenos Aires), De Afuera (Reconquista), De Gallo (Zabala), Traviesa (Misiones), Del Puerto Chico (Treinta y Tres), De la Iglesia (Ituzaingó), Del Medio (Juan Carlos Gómez), Calle Entera (Bartolomé Mitre) y La Media Calle (Juncal).
Más que en textos específicos de historia patria, este actor multipionero de la génesis oriental y, en los hechos, providencial agente de inteligencia a espontáneo servicio de la corona española, es recordado siglos después mediante la demominación Pedro Gronardo de 16 cuadras en Pueblo Ituzaingó, entre el Hipódromo y las Avenidas Gral. Flores y José Belloni (en Nomenclatura de Montevideo, Alfredo Castellanos traza su ajustado perfil). Y en un folleto sobre Cambadu impreso en 1996, la pulpería de Gronardo & Eustache encabeza una lista simbólica e intemporal de venta minorista, “pequeño mojón de servicios, un puerto chico en el mar urbano,... un nudo más en la trama siempre cambiante de la ciudad”, según la visión retroactiva del propio Centro de Almaceneros Minoristas, Baristas y Afines del Uruguay.

Fernando Caputi (11.2.2008)
----
PRONTUARIO DE CIUDAD VIEJA (2)

El mecenazgo en complementación de España y Chipre

Donde a comienzos del siglo XVIII tuvo asiento la choza casi primitiva de Pedro Gronardo –práctico de puerto, ibérico James Bond informante de Zabala, ganadero y pulpero figurante en los anales de Cambadu como titular del primer comercio minorista de Montevideo–, en el tiempo y con la debida mampostería creció un edificio de planta alta.
Allí (Treinta y Tres 1541 casi Piedras), como lo hiciera el primer Cabildo de Montevideo cuando la localización era invocada mencionando “calles del Del Puerto Chico casi De la Frontera”, la ya anciana casona alojó a la Fundación María Tsakos, hoy en traslado a Br. Artigas y Maldonado. Pero el inmueble sigue activo como sede del Consulado de Chipre.
De modo que la comunidad chipriota ya aparecía vinculada al patrimonio del pasado uruguayo cuando el 23 de noviembre de 2007 su cónsul general honorario, Panagiotis Tsakos, hijo de María Tsakos, ensanchó ese marco de referencia con nuestra historia al adquirir en el mejor postor, U$S 3.300.000, la mole del Gran Hotel Nacional o de la Victoria, inaugurado inconcluso y de apuro en 1890.
Concebido al máximo lujo imaginable por quien fuera el portentoso emprendedor español Emilio Reus (muerto en la indigencia un año después), terminaba así de vegetar el colosal inmueble sito en el cuadrado formado por calles Piedras, Cerrito, Juan Lindolfo Cuestas e Ing. Monteverde. Sin nunca funcionar como hotel, en 117 años sus salas suntuosas tan sólo habían sido parcial y provisoriamente usadas como aulas de Enseñanza Secundaria y Preparatoria o diversas facultades universitarias estatales.
Panagiotis Tsakos es accionista único de Tsakos Sudamericana, razón social de armadores con astillero y diques flotantes (ex Regusci & Voulminot y el que le sucedió, traído de Alemania), y, en el Cerro, propietaria del Estadio Olímpico (ex Parque Nelson) y otros inmuebles que, por comodato, utiliza Rampla Juniors Fútbol Club, e inversionista forestal.
El nuevo propietario asumirá la compleja y onerosa restauración del Hotel Nacional para vender/rentar las oficinas resultantes, reservando espacios para fines culturales comunitarios que el grupo preconiza.

Fernando Caputi (11.2.2008)
PRONTUARIO DE CIUDAD VIEJA (3)

Sepa qué es una atarazana, indague y postúlese

A través de un concurso sobre proyectos de investigación a cuyo(s) ganador(es) distinguirá solventando la ejecución, el Banco de la República Oriental del Uruguay (Brou) busca “rescatar y difundir el valor histórico, cultural y patrimonial de las ruinas ubicadas en la manzana comprendida entre las calles Zabala, Piedras, Solís y Rambla 25 de Agosto de 1825 (a los fondos de su sede matriz), así como de otras ocupaciones o usos que hayan existido en dicho predio”.
El certamen es abierto a todo ciudadano uruguayo de 18 años cumplidos o más en tanto resida en el país. Y para que cada uno hurgue atrás de pormenores a emplear en su trabajo, la institución les entera –pista o pequeña ayuda–, que esos vestigios corresponden a la edificación “más antigua de Montevideo: una atarazana; es decir, lugar de construcción y reparación de embarcaciones”.
La Real Academia Española prioriza –justamente– la acepción “arsenal de embarcaciones”, invocando la existencia del sinónimo de uso antiguo atarazanal. Y aunque no venga al caso en particular, la autoridad ligüística hace constar que atarazana también significa “2. Cobertizo o recinto en que trabajan los cordeleros o los fabricantes de márragas u otras telas de estopa o cáñamo. 3. En Andalucía, paraje donde se guarda el vino en toneles”; y –nadie se alarme– “4. Germania, casa donde los ladrones recogen los hurtos”.

El primer Proyecto Calloia

Para la manzana cuyo pasado se invita a exhumar, en el primer semestre del año pasado Fernando Calloia, presidente del Brou, había concebido una construcción edilicia señera que el organismo tenía resuelto costear. Mas el Poder Ejecutivo no compartió la inversión por cuantiosa y carecer del impacto social fiel a su conocido proselitismo. Por sobre todo, conjeturaba –versión oficiosa– que las huestes situacionistas se verían expuestas a críticas tan despiadadas como las vertidas por el Frente Amplio sobre el complejo Torre de las Telecomunicaciones de Antel, con el cual la obra tendría que competir en el paisaje de la Bahía. Es decir, no habría cambio o innovación con respecto al proceder del Foro Batllista.
Y el terreno continuó sirviendo, al propio banco y sus jerarcas, apenas como parking a cielo abierto cuya fisonomía, desprolija y paramera, el frondoso enjardinamiento de la rambla costera que, a su vez, propone el actual municipio, de confirmarse su realización tenderá a acentuar.
Ese primer proyecto Calloia se acompasaba –claro que a destiempo– con un pensamiento político distinto de la coalición, oficialmente manifestado exactos 10 años antes.

Arana lo veía “edificable”

Es que en 1997, mientras Antel extendía a todo el país la telefonía digital, colocaba la piedra fundamental de su majestuosa torre y asignaba la ejecución de la obra, el Intendente Municipal de Montevideo –Arq. Mariano Arana en segundo mandato consecutivo– proclamaba, a través de la Comisión Financiera de la Rambla Sur, su Llamado Público Nº 1, relativo a la manzana de marras.
Lo dirigía “a interesados en la compra, en su actual ocupación, de los padrones Nºs 2.922, 2.924, 2.926, 2.928 y 2.935, de excepcional reserva de tierra edificable en Ciudad Vieja, frente al Puerto, con un área total aproximada de 3.205m²” ubicada en forma de letra U en torno a la ruinosa ataranzana.
La convocatoria cuajó tan sólo como antecedente.
Salvo el 2.935 (186m² sitos en el cruce Piedras/Zabala), los padrones citados habían asumido grado patrimonial por resolución Nº 465 de 1984 –período dictatorial–, que los declaró monumentos históricos nacionales.

Otro concurso: ver sitios web

La idea planteada este viernes 7 de marzo de 2008 “cuenta con apoyo académico de las Universidades de la República (Facultad de Humanidades y Ciencias) y de Montevideo (Facultad de Humanidades)”. Por consiguiente, el emprendimiento fue anunciado por Calloia junto a Bárbara Díaz, coordinadora del Dpto. de Historia de Udelar, y Fernando Aguerre, decano de la Facultad de Humanidades de la casa de estudios privada.
En paralelo pero bajo formato y condiciones similares, las tres entidades coauspician un segundo concurso de investigación histórica: Memoria de los 111 años de trayectoria institucional del Banco República, cumplidos el 22 de octubre último Una materia en la que el banco invoca un único antecedente, un texto elaborado cuando el cincuentenario (1946) por su entonces secretario general, el ensayista, profesor de literatura e historiador Raúl Montero Bustamante.
Las bases de ambos concursos figuran en los sitios www.brounet.com.uy, www.fhuce.edu.uy y www.um.edu.uy.

Fernando Caputi (10.3.08)

407 - Trastienda - Miradas - Fernando Caputi

CONSUMO

Nuevo collar sube el precio del mismo perro

Renovar el envase-presentación es una de las variantes comunes en merchandising y marketing, términos asimilables tecnicismos afuera y vulgo adentro.
En propaganda, vidrieras y anaqueles, el recurso equivale a un juego de artificio dirigido a conmover al público.
Pero adosar a cada operativo otro término en inglés –recuérdense sachet y blister– tiende a cautivar, en especial, a siemprelista clientela novelera que, advertidamente o no financia un indirecto tonlieu, galicismo que alude al derecho de piso que se exigía mucho mas atrás en el tiempo, al surgir en Europa los burgos. Que debe haber sido cuando la evolución del packing echó a andar.
El caso es que, sacudido por la oferta en la plaza montevideana de similares mucho más baratos, el jugo de fruta en polvo soluble “A” busca recobrar demanda innovando con 10 sticks de 7 gramos cada uno en una cajita tarifada en supermercados a $ 24,90.
Pero por ese total de 70 gramos netos –que, lo dice el industrial, rinde dos litros de refresco–, el mismo producto contenido en sobres cuesta $ 13,80. Vale decir que cada millar de compradores de una cajita de sticks per cápita, para pretendida y supuestamente actualizarse el conjunto pagará $ 24.900 en vez de $ 13.800. Un ochenta y tanto más.
Pésimo negocio para el consumidor incauto, muy bueno para intermediario, vendedor final y, sobre todo, fabricante, en este caso argentino (¿Será que pasar el producto por los puentes, si es que pasa, genera un tributo ambientalista cada vez mayor?).
Del mismo origen foráneo, la marca “B” compite bajo otros márgenes de ganancia según el envase: cajita de 10 sticks de dos gramos cada uno (similar rinde total declarado de dos litros) con precio final de $ 27,90, lo mismo que en sobres cuesta $ 22,25.
El viejo mito de pagar más por lo importado, ¿también influye en la demanda?
Porque la oferta en jugos solubles argentinos es mucho más robusta que similares uruguayos en sobres, como el “C” (35 gr, que rinden un litro, a $ 6,90), el “D” (25 gr que también bastan para un litro de refresco, por $ 5) o el “E” (30 gr para dos litros, $ 7,90). Y por ahí aparece el “F”, del que dice la TV que tres sobres serán comercializados por $ 9.
Quien pague lo que sea como sea por considerar que se trata de un ítem subestimable, sin mayor peso en la canasta familiar, y lo considere barato como bebida analcohólica, de bajas calorías y fortificada con vitaminas, etc., adaptable en nuevo formato a la oficina, el auto o el bolso del gimnasio, podrá salir de su equívoco comprobando cuánto dinero se invierte en la muy dura competencia publicitaria.
Sólo falta proclamar el viejo verso vulgarizado a bordo del autobús con finalidad menos encubierta, y afirmar que el stick no puede faltar en el bolsillo del caballero o la cartera de la dama.
Ahora bien, ¿por qué Uruguay no provee su propia noble materia prima en lugar de importarla industrializada? Pues la calidad de la fruta nacional en innegable, aunque esas bondades no sean tan proverbiales, en su divulgación, como las cárnicas.
Y a propósito: ¿no existe un aparente despropósito en oficializar ante el Guinness el asado de 12 toneladas de carne bovina en 1.290 metros de parrilla con 20.000 cubiertos disponibles a $ 60 cada uno, cuando por el pulpón de vacío –corte a utilizar–, los consumidores del país de la carne pagan un mínimo de $ 109 por quilo?

Fernando Caputi (6.3.08)
Paso de los Toros: la tónica (del acto) da que pensar

Tiempo atrás, cierto prosecretario de gobierno solía confiar, a los voceros presidenciales y como liberadas para su difusión, noticias inexactas. Y después salía al ruedo para enmendarles a aquéllos la plana y acreditarse él, ante la prensa, como veraz informante. Un jueguito que duró poco.
Anteayer, en Paso de los Toros, de cierto modo Tabaré Vázquez emuló a aquel curioso funcionario al vehicular la noticia de que el Impuesto a la Renta de Personas Físicas (IRPF) verá en algo atenuado su rigor este año –”apenas tengamos los números”– y no en 2009, como se desprendía de lo expresado horas antes por Danilo Astori, titular de Economía y Finanzas y visible ancestro putativo del engendro tributario, a quien por lo general se reserva el cometido de anunciar malas nuevas.
Vázquez fue expresamente enfático en aclarar que su discurso de casi hora y media –que pronunció con excepcional vehemencia, gesticulación e ahincados rushes por el escenario– no era de proselitismo frenteamplista sino que lo articulaba como presidente de uruguayas y uruguayos. De acuerdo. Sólo que culminó su arenga con un contradictorio ¡Hasta la victoria!
También fue punto fuerte que, con énfasis mensurable en decibeles y no en su proverbial estilo y postura cuasi sacerdotales, el mandatario advirtiera a sus colegas galenos que “si antes de la entrevista (en pauta) hacen un paro (en Salud Pública, aplicado el día siguiente), no los voy a recibir. ¡Así de sencillo!”.
–Cambio de criterio, diría en la TV, al rato, un gremialista médico; ¿por qué? tendrían que preguntárselo a él.
–Preocupa que termine así con la “mesa de negociación” que antes defendiera, apuntaría otro, temeroso de que los días de gloria del sindicalismo se acaben.
Alguien recordó que del 24 de diciembre último Vázquez tampoco atendió a una delegación de municipales que se agolpara ante su casa por una reivindicación que el Presidente conceptuó de escrache, práctica patotera que la izquierda guerrera ejercía selectivamente contra la otra extrema y, conceptualmente, esa vez Adeom desmintió/refutó por nota.
El acto en Paso de los Toros, inicialmente definido como nueva sesión del Consejo de Ministros en el interior del país, no lo fue ni en apariencia. Aunque ministros presentes, vaya si los hubo, pues además de los actuales, allí comparecían los seis subrogados el 1º de marzo, para quienes el jefe de Estado y, en la ocasión, también de ceremonias, pidió premiar con aplausos. Y el público accedió sin ver del todo resuelta la cuestión de por qué se debe ovacionar a dimitidos y/o por qué se les sacó del gabinete si son ovacionables.
Entre las incógnitas manejadas en medio del mitin figura hasta la suscitada por el muy observador y memorioso paisano para quien “el hombre ya ha confesado que en su juventud fue redoblante, así que a mí no me vengan con que no quiere reelección”.

Fernando Caputi (11.3.08)

DIGNIDAD SILENCIOSA

“La Caja” y su club de oficiales, el empeño

Cada vez que debía recibir sus haberes mensuales, el Tío José ocupaba una de los bolsillos traseros del pantalón con papel de diario recortado al tamaño de los billetes.
El fajo invariablemente le era sustraído al salir de la Caja de Jubilaciones o de regreso a casa. Y tan intensamente disfrutaba del ardid por el que daba salvaguarda a sus pesitos, que a posteriori lo perfeccionó inflando billeteras viejas requeridas al efecto entre familiares y amigos con aquel dinero trucho, para que le fuesen sustraídas sin que el malandro captase la mofa hasta después.
Pasado medio siglo, “la Caja” es el “BPS” pero, reacio a los cambios, el mismo admirable público de 3ª, 4ª y 5ª edades congeló el nomenclátor y la sigue llamando “Caja”, tal cual la Avda. Daniel Fernández Crespo no deja de ser Sierra ni Eduardo Víctor Haedo, Dante.
Aunque no provengan de Chile como en aquel tiempo, grandes y chicos carteristas y arrebatadores autóctonos de hoy pueblan, al acecho, el área y aledaños con presencia centrada sobre la calle Colonia, donde comparten la gran explanada con honestos choriceros en carritos y (re)vendedores de otros ramos muy activos por necesidad aunque pasivos en su condición civil porque el tiempo pasa.
Allí, estos jubilados y pensionistas que de seguro nunca cedieron a la tentación de robar ni un fósforo, subsisten con la extra de comercializar cosas usadas que semejan atisbos museísticos, por cuanto la lenta elección entre clientes por igual poco solventes se plantea, si cabe, en torno a objetos de extenuada vida útil. Sobre todo ropa, desde calzones a sombreros –especie en extinción–, pasando por ferrugientas piezas mecánicas y zapatos que en su momento fueron gran moda.
Esta galería informal a la intemperie y sobre el piso guarda cierta afinidad con sectores de la feria dominguera de Tristán Narvaja pero más y en especial con el Departamento de Préstamos Pignoraticios del Brou, Av. Uruguay y Julio Herrera y Obes, al que con igual silenciosa dignidad recurre mucha gente añosa, sonriente sólo si lo hace para –¡oh proeza!– rescatar aquella joya de la abuela empeñada y darle continuidad a su historia familiar. Porque aquí, abolida la dinámica sección Varios, donde era prendada hasta la jaula del loro, en los últimos 15 años sólo subsisten las de Oro y Alhajas.
Por eso, pasar por el BPS –perdón, la Caja– o el Empeño y observar que tantos canosos símbolos humanos de sacrificio sobre sacrificio sin tregua ni fin, duele. En ocasiones, estremece. Como para no entender que unos y otros partidos políticos se preocupen tanto por la falta de oportunidades que encuentra la juventud (eventual voto futuro) sin aceptar que con mayor razón y por imperio de justicia debe apuntalar a los más veteranos, esos que van perdiendo salud, fuerza, horizonte y preferencia hasta para subir al autobús.
Fernando Caputi (12.3.08)

406- Alkimia - Cuestión de tiempo - RB

Perdonen. Sé que pasaron días sin bb, días de alegrías, tristezas, enfermedades, agonías, abandonos - los de la flia, hijos, los que duelen más, injustificados, además -. y la compañía de mi Su, las cartas y presencia de muchos de ustedes, la gloria de aun ser, estar...
Los miedos se multiplican, proliferan, las manos casi no responden, pero un "hola abuelo,¿cómo está la piernita? reconforta, tanto como un beso de ella, o un noteolvidamos de los que sigue llamándome Gurú.
Tengo muchas cosas, de Yoatí, Santiago, Sebastián, Eduardo, Fernando, Lorena, Alfonzo, De la Raba, y otros, y SinPermiso, Tieraamérica, Agenda R, y otros....
Todo no puede ser ya, y lo mío, las ganas de dialogar, acercar, deconstruir, como impulsan Damián, Jorge, Rodrigo...
¿Habrá tiempo?
Ojalá.
RB